domingo, 3 de febrero de 2008

Cien Años de Honradez

CIEN AÑOS DE HONRADEZ

Autor: Geromin

En el año 1977 cuando las formaciones políticas comenzaron sus actividades en España después de cuarenta años de silencio, el partido socialista se presentó ante el pueblo español bajo el lema “Cien Años de Honradez” mediante el cual intentó resaltar la trayectoria limpia que este partido había tenido desde su fundación por Pablo Iglesias en el año 1879. Este eslogan caló entre la ciudadanía y, finalmente, también apoyado en los tremendos errores de sus adversarios políticos, le dio el triunfo aplastante en las elecciones generales del año 1982.
Las personas que no habíamos vivido épocas anteriores al régimen de Franco, creímos ingenuamente que la aparición de las formaciones políticas sería beneficiosa para el conjunto de la población, ya que, en teoría, trabajarían para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos y terminarían con las prebendas que hasta ese momento había disfrutado la clase dirigente. También nos ilusionó la imagen de honradez que nos transmitían los nuevos políticos. En este punto, recuerdo que un compañero de trabajo, de edad más avanzada, me dijo: “….., no seas iluso, estos serán igual o peor que los otros y además tienen más hambre acumulada”. No se me olvidará jamás este comentario.
Se han necesitado pocos años de ejercicio político para que la ilusión inicial se desvanezca y nos enfrentemos a la cruda realidad. Los partidos políticos en España, y pienso que también en otros países, son organizaciones que buscan por encima de todo el poder. El objetivo final de sus dirigentes es disfrutar y poseer bienes materiales y dejar bien situados a sus familiares y amigos, todo ello encubierto con la defensa de unas ideologías, totalmente trasnochadas y que, en el siglo XXI, no responden a las necesidades reales de los ciudadanos.
Sirva como ejemplo, la obsesión del actual Presidente del Gobierno con su idea sobre la Alianza de las Civilizaciones, ignorando o minimizando los serios problemas que afectan y preocupan al pueblo español.
¡Cuanto más peligro tiene un imbécil que un malvado!
En este artículo me voy a centrar en las actuaciones del partido socialista que, teóricamente, debería haber sido el más prudente y honesto en sus actuaciones de gobierno. ¡Nada más lejos de la realidad!
En las tres ocasiones en las que, a lo largo de su historia, ha tenido responsabilidades de gobierno, nos ha dejado y está dejando, unos recuerdos bastante lamentables, que paso a describir, basándome en documentos históricos y sentencias judiciales, que estimo no están sujetos a interpretaciones o juicios de valor.

La primera vez en su historia que el partido socialista llega al poder es en septiembre del año 1936, fecha en la que toma posesión el Gobierno de la República, presidido por Francisco Largo Caballero (miembro del PSOE), y del que forman parte otros cinco ministros socialistas, entre ellos Juan Negrín como Ministro de Hacienda. Este gobierno llevó a cabo el mayor expolio al Patrimonio Nacional, de la Historia de España, según reflejo en mi artículo titulado “El Saqueo del Banco de España”. Fue tal la magnitud del robo y su difusión a nivel internacional que todos los responsables del mismo, en sus respectivas Memorias, han intentado exculparse con razonamientos pueriles.
Este Gobierno y el siguiente, presidido por Juan Negrín, en el que también figuraban varios ministros socialistas, siguió desvalijando cajas de seguridad en los bancos (se calcula que se reventaron cerca de 15.000 cajas), asaltando domicilios particulares e instituciones, como la Iglesia, apropiándose de todos los objetos, joyas u otros bienes que tuvieran algún valor material. En principio, la justificación del expolio era financiar la compra de armamento para derrotar al enemigo fascista, en defensa de la democracia, de la libertad y del progreso. ¡Qué gran mentira!
Desde el primer momento, Negrín y sus compinches, con una moral de victoria que brillaba por su ausencia, se dedicaron a preparar su exilio dorado, dejando al Gobierno de la República en ruina técnica, sin credibilidad internacional (por ahí empezó a perder la guerra el bando republicano) y al pueblo que se dejaba la vida en las trincheras, sin armas modernas ni alimentos.
Sus discursos arengando a la población para que siguiera sufriendo la dureza de la guerra en nada coincidían con sus comportamientos personales.
Como creo que las afirmaciones hay que demostrarlas, a continuación incluyo una relación de personas, todas ellas vinculadas al partido socialista, con sus importes correspondientes, en pesetas del año 1936, según detalla Francisco Olaya Morales, a cuyos nombres se fueron abriendo cuentas bancarias en diversos países.

Daniel Fernández Shaw 20 millones de pesetas
Alfredo Palacios 16 “
Antonio de la Cruz Marín 34 “
Félix Gordón Ordás 64 “
Álvaro de Albornoz y Alejandro Otero 205 “
Rafael Méndez, Pedro Pla y Pilar Brea 254 “
Rafael Méndez y Luís Prieto 144 “
Luís Riaño y Pedro Pla 200 “
Rafael Méndez 88 “
Eusebio Rodrigo 115 “
Gonzalo Zabala 20 “
René Souillard (PCF) 652 “
Juan Negrín (hijo) 370 “
Francisco Méndez Aspe (1) 480 “
Luís Araquistain y Alejandro Otero 851 “
Juan Simeón Vidarte 100 “
Julio López Masegosa (1) 193 “
Alfredo Sagalés 76 “
Partido Comunista Francés 2.500 millones de francos

(1) fueron los que capitanearon al mando de los milicianos el saqueo del Banco de España el día 14 de septiembre de 1936

Es curioso observar cómo el propio hijo de Negrín tenía su “cuentecita” para los gastos y necesidades que le exigía la azarosa vida parisina de la que disfrutaba, enfundado en su uniforme de teniente de carabineros.
De forma simultánea a la apertura de estas cuentas, se fueron constituyendo, con los fondos procedentes de la expoliación, sociedades controladas por miembros del partido socialista, destinadas a actividades ilegales, que hoy podríamos calificar como de blanqueo de dinero (Campsa-Gentibus, Mid-Atlantic, France-Navigation, etc).
Al margen de esta inmensa red de corrupción, y como prueba añadida de honradez, merece la pena destacar los métodos que estos dirigentes políticos utilizaron para salir de España, abandonando a su suerte a los desgraciados ciudadanos que sufrieron un auténtico calvario. Unos, como Negrín, Álvarez del Vayo, Pablo Azcárate, Pasionaria, tomaron sendos aviones para salir corriendo, cuando más se necesitaba la presencia en Madrid de los miembros del Gobierno, que tomasen decisiones que pudieran aliviar el sufrimiento de la población. Otros, como Largo Caballero o Araquistain atravesaron la frontera con todas sus pertenencias, camuflados en ambulancias. El propio Presidente de la República, Manuel Azaña, abandonó España, se atrincheró en París y no quiso saber nada de la situación.
Muchos de ellos se instalaron en la zona noble de Paris, en pisos de lujo (baste apuntar que en el que vivía Negrín costaba 3.200 francos/mes, cuando el salario francés era de 42 francos/mes). La única obsesión del Presidente del Gobierno, que permanecía días y días desaparecido, era ingerir la mayor cantidad posible de alimentos en cada comida y rodearse de buenas mujeres de compañía que le ayudasen a soportar las pesadas y duras digestiones.
Mientras esto sucedía en París, entre ochocientas mil y un millón de personas inocentes la mayoría, pero asustados por la propaganda comunista, pasaban a Francia, donde eran sometidas a todo tipo de vejaciones por parte del gobierno de ese país y hacinadas en “campos de concentración vallados”, como así los denominaban las propias autoridades francesas.
Es más, Negrín cursó órdenes al gobierno francés para que el ejército tuviera preferencia en el paso de la frontera sobre la población civil.¡Un demócrata ejemplar!
En este punto, no me resisto a la tentación de transcribir literalmente parte de la carta que escribió Carlos de Oteyza, corresponsal de guerra, a su amigo Jesús Aranas, Secretario de Propaganda del Frente Popular en Brooklyn y que dice lo siguiente:

“Ya te habrás enterado de la huida vergonzosa de Negrín, Álvarez del Vayo, Uribe, Jesús Hernández y de militares como Modesto y Líster. Estos hombres dos veces traidores han abandonado España en los momentos críticos…. Después de la huida cobarde de esos dirigentes, los comunistas han regado las calles de Madrid con la sangre del pueblo. Yo soy comunista pero antes soy español y siento que ese partido al cual quiero haya cometido este atentado contra España tan monstruoso y que sus hombres principales han huido acobardados a esa Francia que deja morir a nuestro gran poeta Antonio Machado, víctima de la disentería. Esta guerra solo ha sido dura para el pueblo. Ellos nunca dejaron de comer, jamás les faltó el pan, vivieron cómodamente y no vieron una trinchera a pesar de que muchos de ellos tenían edad militar.¿Qué podrá decir Santiago Carrillo, dirigente de las Juventudes Socialistas Unificadas? ¿Qué nos dirá Jesús Hernández, Comisario de la zona Centro-Sur?”

En mi opinión, es un testimonio bastante estremecedor de un comunista honesto, en el que pone de manifiesto su estado emocional ante el cúmulo de hechos desgraciados que estaba viviendo el pueblo. ¡Qué dura es la verdad!

La segunda vez que el partido socialista alcanzó el poder fue en el año 1982. Durante los catorce años que permaneció en el gobierno se instituyó en nuestro país la denominada “mordida” mejicana, bajo la sabia dirección de François Mitterrand, maestro en estas artes de la corrupción. Todas las empresas que pretendían participar en las obras públicas debían pasar previamente por la “ventanilla”.
Los ciudadanos nos enteramos, en el año 1991, de este entramado de corrupción merced a la denuncia de un empleado de FILESA, que por motivos laborales levantó la liebre.
La instrucción del sumario duró cuatro años y fue dirigida por Marino Barbero, magistrado del Tribunal Supremo. Durante este tiempo el partido socialista puso en marcha toda su maquinaria informativa, liderada por el diario independiente “El País”, al objeto de enmascarar y desvirtuar el asunto. El propio instructor se vio obligado a dejar el caso, harto de soportar injurias y calumnias contra su persona. Se inculpó a 39 personas, todas relacionadas con el partido socialista, pero, merced a trucos procesales, solamente 12 se sentaron en el banquillo de los acusados. Quedó documentalmente probado que el partido socialista había constituido tres empresas, FILESA, MALESA y TIME EXPORT, cuya única actividad era elaborar Informes para las empresas que lo solicitaban. Estos Informes no existieron jamás pero las empresas solicitantes habían pagado su importe correspondiente, que era la comisión pactada para la adjudicación de la obra pública. Es curioso que las tres empresas, cuya plantilla total no llegaba a las diez personas, tuvieran la capacidad técnica suficiente para elaborar Informes sobre cualquier sector de actividad, tanto industrial como financiero.
La sentencia se dio a conocer en octubre de 1997 y en ella se condenaba a todos los imputados a distintas penas de prisión que en algunos casos como el del senador del PSOE José María Sala, alcanzaban los tres años de cárcel. Estas penas las cumplieron de forma simbólica, ya que merced a distintos recursos procesales y a beneficios penitenciarios “especiales”, salieron en libertad con gran rapidez.
Para mayor escarnio y desprecio de la ciudadanía, como prueba de la desfachatez con la que actúa el partido socialista, José María Sala ha sido nombrado recientemente responsable de formación de los socialistas catalanes, dentro del programa de renovación ética y moral que nos anunció el Sr. Rodríguez Zapatero. Me imagino que en sus ponencias, les enseñará a robar con mayor discreción y astucia a fin de salir limpios de las posibles investigaciones policiales. ¡Ejemplarizante!

Al margen de este entramado, surgieron casos puntuales de corrupción, entre los que merece la pena destacar los siguientes:

* Casos SEAT y AVE. Se desglosaron de la red de corrupción descrita anteriormente y siguieron su camino jurídico de forma independiente. En ambos quedó probado que el partido socialista, a través de intermediarios, había cobrado fuertes sumas de dinero. En el caso SEAT, por importe de 150 millones, para recalificar unos terrenos en el Paseo de la Castellana de Madrid, y en el caso AVE, varios cientos de millones, por la compra de locomotoras a la empresa SIEMENS.
* Caso Expo 92. Los ocho principales gestores del evento, miembros del partido socialista, fueron imputados por malversación y apropiación indebida. El balance oficial del evento presentaba unos beneficios de 19.800 millones de pesetas. La auditoría del Tribunal de Cuentas realizada a petición del juez instructor, descubrió unas pérdidas de 43.200 millones de pesetas. ¿Dónde están los 63.000 millones de descubierto?
Jamás se supo su destino y todo se diluyó en informes, recursos y otras estrategias procesales.
* Caso Fondos Reservados. Quedaron implicados varios altos cargos del Ministerio del Interior (Rodríguez Colorado, Julián Sancristóbal, Francisco Álvarez, Iñaki López), por un uso fraudulento de la partida presupuestaria destinada a los fondos reservados. El principal acusado fue Rafael Vera Secretario de Estado para la Seguridad. En la sentencia quedó demostrado su enriquecimiento personal por un importe de 600 millones de pesetas, que invirtió en la adquisición y mejora de diversos bienes inmobiliarios. Fue condenado a siete años de cárcel, que ha cumplido de forma intermitente y con beneficios penitenciarios aplicados con excesiva generosidad, en base a su situación emocional. No ha devuelto ni una peseta y en la actualidad disfruta de la libertad.
* Luís Roldán. Director General de la Guardia Civil, se apropió de más de 2.200 millones de pesetas por las comisiones cobradas en la construcción de casas cuartel y en partidas procedentes de los fondos reservados. Dada la magnitud del escándalo, ingresó en la cárcel, fue condenado a 30 años, salió en libertad antes del cumplimiento de la pena y sin devolver una peseta. Aunque para ser sinceros, hay que decir que fue “el chivo expiatorio” de todos los corruptos y en el que se cebó la prensa amarilla intentando tapar los otros casos aquí expuestos.
* Juan Guerra. Hermano del Vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, se habilitó un despacho oficial de la Junta de Andalucía, desde el que realizaba todo tipo de negocios particulares. El “chanchullo” se descubrió gracias a su ex mujer, que harta de las palizas recibidas del “hermanísimo” contó a los medios de comunicación las actividades de su marido. Fue condenado mediante sentencia firme, pero, “milagrosamente” tampoco ingresó en prisión. Pero no acaba aquí el nepotismo del Vicepresidente. A otro hermano suyo, Adolfo, le nombró director de MercaSevilla, y al tercero, Antonio “El Patillas”, le dedicó a abrir gasolineras, con licencias conseguidas por ser quien era y posteriormente venderlas. También su campo de actuación se extendió a solares recalificados. ¡Honradez sobre todo!
* Gabriel Urralburu. Presidente del Gobierno de Navarra y de los socialistas navarros, fue condenado, junto con su esposa y el Consejero de Obras Públicas por cobrar comisiones, de forma continuada, en las concesiones de obras. Fue condenado a 11 años de cárcel y al pago de una multa de 780 millones de pesetas. Al cabo de ocho meses, consiguió el tercer grado penitenciario y al año, la libertad condicional. No ha devuelto ni una peseta.
* Carmen Salanueva. Directora General del Boletín Oficial del Estado, que se apropió igualmente de 500 millones de pesetas, mediante el cobro de comisiones en el ejercicio de su cargo. Se le detectó una grave enfermedad que posibilitó su salida de la cárcel. Lamentablemente falleció a los pocos meses.

Esta relación podría alargarse indefinidamente, pero considero que los casos expuestos son suficientemente demostrativos para valorar la honradez del gobierno socialista durante este periodo.

La tercera ocasión en la que el partido socialista ha llegado al poder ha sido en el año 2004, y lo primero que hizo el nuevo Presidente del Gobierno fue anunciar una campaña de renovación ética y moral.
En esta nueva etapa hemos asistido a la aparición de una manera de corrupción más sutil y, en mi opinión, no perseguible penalmente. El procedimiento, a grandes rasgos, es el siguiente: el partido socialista llega a un acuerdo económico con una empresa o con un sector empresarial y rápidamente el Gobierno, bien mediante disposiciones legales o mediante subvenciones públicas, favorece a esa empresa o sector empresarial y a cambio recibe los favores que hayan acordado.
El caso más paradigmático de esta nueva forma de corrupción es el que podríamos denominar “Caso Endesa”, que se desarrolló de la forma siguiente:

La Oficina Económica de la Presidencia del Gobierno, bajo la dirección de Miguel Sebastián, acuerda con LA CAIXA, la entrega de ENDESA a GAS NATURAL a un precio de 21,3 euros por acción, de los cuales solo pagaría en efectivo una parte, es decir, valoraron la compañía en 23.000 millones de euros.
El Gobierno, con su Presidente a la cabeza y acompañado de su acólito, el Sr. Montilla, se manifestaron abiertamente a favor de la operación, alegando todo tipo de beneficios para la sociedad española.
El “negocio” se frustró porque los dirigentes socialistas no habían contado con la resistencia numantina del Consejo de Administración de ENDESA que con su Presidente Manuel Pizarro a la cabeza, inició una batalla en todos los frentes para frustrar la operación. Al final, no pudieron impedir la venta de la compañía, por el empecinamiento personal del Sr. Rodríguez Zapatero, pero consiguieron que los compradores de ENDESA, que naturalmente no fue GAS NATURAL, pagaran un precio de 45 euros por acción, es decir, se valoró la empresa en 47.000 millones de euros.
El regalo que el Gobierno iba a hacer a GAS NATURAL (léase LA CAIXA) era de 24.000 millones de euros, según demostró el propio mercado de valores.

Durante el desarrollo de esta operación LA CAIXA, casualmente, perdona una deuda al partido socialista catalán por importe de 6,57 millones de euros. La única prueba que ha aportado este partido al requerimiento del Tribunal de Cuentas, fue alegar que esta práctica es habitual entre los partidos políticos. ¡Buena excusa para los ciudadanos pendientes el pago de su hipoteca!
Como “el negocio” no llegó a buen término, desconocemos el resto de las contrapartidas que el partido socialista iba a cobrar por el regalo.
Casualmente, ahora, Manuel Pizarro está en las listas del partido popular para las próximas elecciones generales y ya han empezado los ataques feroces contra su persona, a la que, como siempre hace el partido socialista, intentará calumniar y destruir con la ayuda de los medios de comunicación afines, léase El País. ¡Vaya desfachatez!
Coincidiendo con este nuevo sistema de “trinque”, se ha consolidado en los Ayuntamientos, la llamada corrupción urbanística. Nos han intentado vender que ese hecho solo sucede en la ciudad de Marbella y todas las informaciones se focalizan en “El Cachuli” y su amiga “La Pantoja”, pero poco se dice, por ejemplo, de los alcaldes socialistas de Ciempozuelos, que se ha demostrado tienen cuentas bancarias, con varios millones de euros, en Andorra y de otros tantos que han conseguido favores personales, rehabilitación de viviendas, (como el secretario general de los socialistas valencianos), etc. a costa de recalificaciones de terrenos públicos.
En esta última etapa, también estamos asistiendo a un asalto por parte del partido socialista a todas las instituciones del Estado, con el fin de reducirlas al silencio. La Comisión Nacional de la Energía, la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el Banco de España, el Tribunal de Defensa de la Competencia...etc. han sido ocupadas por miembros del partido socialista y así se convierten en espectadores pasivos de las posibles irregularidades económicas que se cometan.
Igualmente están intentando controlar el Poder Judicial, el Tribunal Supremo, en especial la Sala de lo Penal, por si hay que juzgar a algún destacado miembro del partido, el Tribunal Constitucional…etc.
Y no digamos del asalto a las Cajas de Ahorro, en las que está intentando copar todos los puestos de sus Consejos de Administración, en aquellas Comunidades Autónomas en las que gobierna, para así disponer de fondos sin tener que recurrir a la extorsión empresarial.
¡Todo ello en aras del progreso y el bienestar de los ciudadanos!
Mientras tanto, la educación (en situación caótica como ha puesto de manifiesto el demoledor Informe Pisa), la seguridad ciudadana, el funcionamiento de la justicia, la inmigración ilegal, la especulación del suelo, el paro, la vivienda, la carestía de la vida, etc. siguen a su aire porque son problemas que, según ellos, no afectan al bienestar de las personas.

Considero que la lectura de estas líneas habrá servido para demostrar que el lema “Cien Años de Honradez” con el que se presentó el partido socialista al pueblo español fue una falacia más que no responde ni refleja la realidad de sus actuaciones que, como ha quedado expuesto, van en dirección opuesta a lo que los ciudadanos entendemos por honradez.
Probablemente este vocablo en un diccionario de terminología política signifique “robar y engañar al pueblo mediante mensajes de progreso”. En este caso, hay que felicitarles porque lo están cumpliendo a la perfección.

Madrid, 2 de febrero 2008