lunes, 26 de noviembre de 2007

El Gafe mayor del Reino

El Gafe Mayor del Reino

Autor: Geromín

Los seres humanos sienten un gran respeto o temor hacia aquellas personas que son calificadas como “gafes”, es decir, que atraen, transmiten y son portadoras de desgracias.
El Diccionario de la Lengua de la Real Academia Española define el vocablo “gafe” como una persona aguafiestas o de mala sombra.
Los expertos en la materia, consideran que existen cuatro clases o categorías de “gafes”, a saber: gafes, supergafes, sotanillos y manzanoides. Los realmente peligrosos para la ciudadanía son los dos últimos, si bien, entre ellos existe una diferencia importante en su comportamiento.
El “sotanillo” es un gafe totalmente insolidario, es decir, trasmite la desgracia a los que le rodean, pero él no la sufre, mientras que el “manzanoide” es solidario con su entorno, atrae las desgracias, pero las padece como el resto de los afectados.
Sirva el siguiente ejemplo, para clarificar esta diferencia. Si una persona sube, en un ascensor, a la planta 7ª de un edificio, y va acompañado de un “sotanillo”, que se baja en la planta 4ª, está probado que al llegar a la planta 6ª, una vez que el “sotanillo” ha abandonado el ascensor, éste sufre una avería y se desploma al vacío. Por el contrario, si el acompañante es un “manzanoide”, el ascensor se avería en la planta 3ª y cae al vacío con los dos ocupantes dentro.
El caso mas paradigmático de gafe “manzanoide” en nuestra historia reciente es el de Luís Yáñez Barnuevo, miembro destacado del PSOE, que durante su etapa de político activo (Secretario de Estado de Cooperación Internacional y responsable máximo de los Actos Conmemorativos del V Centenario), disfrutó de los siguientes episodios curiosos, que contaron con su preceptiva presencia:
* Hundimiento de la nao Victoria en el momento de su botadura en Sevilla (esta embarcación había sido un capricho personal del Sr. Yáñez y era uno de los símbolos de la Expo 92).
* Incendio y destrucción total del Pabellón del Descubrimiento, el más emblemático de la Expo 92, dos meses antes de su inauguración.
* Incendio y hundimiento parcial del Duomo de Torino, durante la visita del Sr. Yáñez, con grave riesgo de destrucción de la “Sábana Santa”,
* Escoñamiento de las carabelas colombinas frente a las costas de Japón.

En los momentos actuales estamos asistiendo a la entronización del Sr. Rodríguez Zapatero como “sotanillo” de referencia para los tiempos venideros.
Esta afirmación está basada en los siguientes hechos, debidamente comprobados:

a) ámbito internacional
* En el otoño del año 2004, se celebraron las elecciones presidenciales en EE.UU. Los pronósticos indicaban la victoria del senador demócrata John F. Kerry, que aventajaba a su oponente, el actual Presidente George Bush. En esos momentos finales, entró en acción el Sr. Rodríguez Zapatero apoyando la candidatura de Kerry, y todavía los expertos en política, no se explican el triunfo de G. Bush.
* En el año 2005, tiene lugar en Francia, el referéndum para ratificar el proyecto de Constitución Europea. Las encuestas vaticinaban un resultado incierto, y otra vez vuelve a actuar el Sr. Rodríguez, en contra de sus colegas franceses, ya que el Partido Socialista francés pedía el “No”. El Sr. Rodríguez Zapatero hace campaña a favor del “Sí”, y el resultado es una victoria aplastante del “No”.
* En el otoño del año 2006, tienen lugar las elecciones legislativas en Alemania, en las que parte como ligero favorito, el vigente Canciller Gerhard Schoeder. El inefable Sr. Rodríguez Zapatero entra de nuevo en escena y acude a mítines a favor de su amigo el Sr. Schoeder. Los resultados no se hicieron esperar y las elecciones las ganó la candidata oponente Dª Angela Merkel.
* Durante la reunión bilateral España – Italia, celebrada el mes de abril de 2007, en la isla de Ibiza, a la que asistieron ambos presidentes, el Sr. Prodi perdió la confianza de las Cámaras de Diputados y tuvo que presentar su dimisión ante el Presidente de la República.
* En las elecciones presidenciales francesas celebradas en el mes de mayo de 2007, la candidata socialista, Ségolène Royal, admitió la presencia del Sr. Rodríguez en sus mítines y a partir de ese momento, las encuestas empezaron a variar su tendencia y Nicolas Sarkozy pasó a ser favorito. Finalmente, como era previsible, ganó las elecciones y la Sra. Segal puede dedicarse a otros menesteres.
Ni que decir tiene, que ante estos hechos, las Cancillerías europeas se han puesto rápidamente en funcionamiento, cursando órdenes severas para impedir que el Sr. Rodríguez Zapatero intervenga en cualquier acto electoral para apoyar algún candidato del partido en el gobierno.
Igualmente se produjo una alarma mundial cuando el Sr. Rodríguez presentó ante Naciones Unidas su visionario proyecto sobre la Alianza de las Civilizaciones, ya que consideraron podría ser el prólogo de la III Guerra Mundial, dados los antecedentes relatados.

B) ámbito nacional
* La candidatura de Madrid 2012 para la organización de las olimpiadas de ese año, iba por buen camino y las expectativas eran optimistas, hasta que el Sr. Rodríguez Zapatero expresó su decidido apoyo a esta candidatura y se presentó públicamente con el Sr. Gallardón (lamentable error del Comité Organizador). El resultado es que Madrid no pasó de la tercera votación.

* En septiembre del año 2005, Gas Natural lanza una OPA hostil sobre Endesa que cuenta con el decidido apoyo del Sr. Rodríguez Zapatero. Al cabo de unos meses, Gas Natural abandona su proyecto ante los acontecimientos que se producen, a los que no encuentran explicación lógica.

* El día 20 de abril de 2007, el Sr. Rodríguez visita por primera vez la sede de la Bolsa de Madrid, en la que presenta una visión angelical de la economía española, afirmando que el año 2006 ha sido el mejor año de la democracia. A la semana siguiente, la bolsa sufre un desplome espectacular, del que todavía se desconoce el final, pero los expertos afirman que se ha producido un cambio de ciclo en la economía mundial, que posteriormente ha sido confirmado por la crisis motivada por la “hipotecas basura” en EE.UU.

* En el mes de abril de 2007, antes del inicio de las regatas de la Copa América, el mayor acontecimiento náutico del mundo, el inefable Rodríguez Zapatero, se desplaza a Valencia para apoyar este evento. Al día siguiente se suspenden las regatas por falta de viento, hecho que se repite durante varios días, con la desesperación lógica de la organización, que se lamenta del error cometido al aceptar la presencia del “sotanillo”.

* En las elecciones municipales celebradas en el mes de mayo de 2007, el Sr. Rodríguez elige, personalmente, a Miguel Sebastián como candidato a la Alcaldía de Madrid y le expresa su decidido apoyo. Celebradas las elecciones, el partido socialista sufre la mayor derrota electoral de su historia y el pobre Sebastián tiene que volverse a la Universidad con el rabo entre las piernas.

* En el mes de septiembre de 2007, el Sr. Rodríguez visita la ciudad del Banco Santander en Boadilla del Monte, en compañía del Sr. Botín, Presidente de la entidad. Ese mismo día, las acciones del banco experimentan una caída del 3,2% de su valor, sin explicación aparente, dada su solidez económica.

* En el mismo mes de septiembre, se celebra en Madrid, el Campeonato Europeo de Baloncesto. La selección española parte como favorita y así lo demuestra durante el campeonato. En la final se enfrenta a Rusia a la que ya había ganado en la fase previa. El partido iba muy igualado y a falta de 30 segundos, Televisión Española muestra la imagen del Sr. Rodríguez en el palco de autoridades. El resultado es que España pierde la final por un punto de diferencia, no entrando, en el último segundo, una canasta de Gassol, que nos podía haber dado el triunfo. Grave error de la organización que pagó bien caro.

* En el mes de octubre de 2007, el Sr. Rodríguez manifiesta solemnemente, como es habitual en él, que el día 21 de diciembre de 2007, llegará a Barcelona en el AVE. Dicho y hecho, a los pocos días empiezan a aparecer graves problemas en las obras del trazado. Se producen hundimientos, que provocan el cierre de dos líneas de cercanías con el consiguiente caos para la población. Cuando redacto las presentes líneas, no se sabe cuando se reanudarán las obras y por supuesto la fecha de finalización de las mismas puede demorarse varios meses.


A la vista de estos hechos objetivos, expuestos en el presente artículo, y de los que quedarán por venir, puede afirmarse, sin temor a equivocación, que el Sr. Rodríguez Zapatero es un gafe de los considerados dentro de la categoría de “sotanillo” y dada la trascendencia y reiteración de los acontecimientos relatados, podemos definirle como patrón que sirva de referencia para generaciones futuras.
En mi opinión, será harto difícil que alguien pueda superar los extraordinarios resultados del Sr. Rodríguez en el ejercicio de su profesión de gafe.



Madrid, 15 de noviembre de 2007

Carta abierta a Mariano Rajoy

Carta abierta a D. Mariano Rajoy

Autor: Geromin

A cinco meses para la celebración de las elecciones generales, considero que el Partido Popular y Ud. como máximo dirigente del mismo, deberían plantearse una profunda reflexión sobre la estrategia que han seguido hasta el momento presente, en su labor de oposición al Gobierno.
Como supongo ya conocerán, y a pesar de los errores del Gobierno, clamorosos en algunos casos, el Partido Popular no consigue despegar y distanciarse del Partido Socialista en intención de voto de los ciudadanos, y Ud. en particular, no figura entre los líderes más valorados por la opinión pública.
Estos datos objetivos ponen de manifiesto que el Partido Popular está equivocado en sus planteamientos y es incapaz de obtener beneficios de una situación, teóricamente, muy favorable a sus intereses.
Siendo necesario, para el bien de España, desplazar a “Mr. Bean” de la Presidencia del Gobierno y en aras a la convivencia pacífica de los españoles, me tomo la libertad de apuntar algunos factores que, en mi opinión, y en la de muchas personas, están afectando, negativamente, a las posibilidades electorales de su partido.

En primer lugar, es imprescindible que el Partido Popular se desprenda de la tutela de José María Aznar, que si bien fue un buen presidente durante su primera legislatura y así lo entendieron los ciudadanos que le renovaron su confianza para un segundo mandato, incluso con mayoría absoluta, en el tramo final de su segunda legislatura, echó todo por tierra con unas decisiones inexplicables para la ciudadanía. En la actualidad, cualquier aparición o declaración suya les perjudica, sin ningún género de dudas, pues traen a la memoria, los momentos trágicos del 11 de marzo de 2004 y las circunstancias que rodearon este brutal atentado, muy bien explotado por el Partido Socialista.

En segundo término, los portavoces de su partido ante la opinión pública, los Sres. Acebes y Zaplana, son dos políticos “quemados”. El primero, porque desde siempre, ha sido y es un mal comunicador y tuvo la mala suerte de tocarle la gestión de los atentados del 11 de marzo, que por cierto, fue bastante lamentable, no sólo por los engaños a los que él mismo se vio sometido por parte de sus colaboradores, sino también por sus patéticas apariciones ante los medios de comunicación. Por su parte, el Sr. Zaplana, representa la derecha más reaccionaria del panorama político, lo que no favorece en nada la imagen centrista que Ud. pretende dar a su formación y para mayor abundamiento, a punto estuvo de provocar una crisis interna en su partido de la Comunidad Valenciana, motivada por una posible pérdida de poder de los “zaplanistas”, es decir, anteponiendo sus intereses personales a los del partido.
Ud. debería haber llevado a cabo una profunda renovación de la cúpula directiva, incorporando gente nueva, no contaminada, y recuperando, al mismo tiempo, políticos valiosos que ya lo demostraron cuando tuvieron responsabilidades de gobierno.

En tercer lugar, el equipo de asesores que Ud. tiene, parece como si fueran miembros del Partido Socialista, porque le embarcan en unos temas que apenas importan a los ciudadanos y deterioran seriamente su imagen. Sirva como ejemplo la polémica en torno a la asignatura “Educación para la ciudadanía”, que bien manejado por el Gobierno, les ha hecho aparecer como insolidarios y clasistas. Las batallas en las que se enzarza con el Gobierno no son de interés común. Sin embargo, en otros asuntos en los que, en mi opinión, Ud. debería haber planteado la batalla, se limita a criticar desde el Congreso de los Diputados, pero no se pone manos a la obra. ¿Por qué no se ha desplazado Ud. a Barcelona para explotar políticamente el caos en que vive esta ciudad desde hace varios meses (hundimiento de El Carmel, apagones eléctricos, aeropuerto de El Prat, trenes de cercanías, obras del AVE, etc.)? Ante esta lamentable situación, el Partido Socialista se va a ir de rositas por falta de iniciativa del Partido Popular.
La última broma que le han gastado sus colaboradores, ha sido la celebre ocurrencia de su primo, el del cambio climático. Parece mentira que con su experiencia cometa este grave error político.
Por favor, céntrese en los asuntos importantes, que son los que preocupan al pueblo, como la política exterior, el terrorismo, la inmigración, la vivienda, el respeto a los símbolos del Estado, la politización de la justicia, la inseguridad ciudadana, la unidad de España, etc. En estos temas es donde debe plantear la batalla política, ya que el Gobierno camina sin rumbo determinado y Ud. tiene el camino despejado para proponer soluciones prácticas y comprensibles para los ciudadanos.

Otro factor a corregir por su partido es el manejo de los medios de comunicación y el trabajo de sus asesores de imagen. El Partido Socialista, muy astutamente, les está empujando hacia la derecha para arrebatarles los votos del centro político, que es donde debe plantearse la batalla electoral, ya que tanto su partido como el partido socialista tienen asegurado un sector de la población, que aunque se empeñen en hacerlo mal, siempre les votarán como mal menor.
Ud. no puede aparecer, permanentemente, ante la opinión pública con aspecto crispado, como si padeciese de las muelas o de estreñimiento, criticando por criticar. Por favor, suavice el tono de su discurso y emplee la sonrisa, el diálogo y las soluciones positivas como forma de oposición. El rostro amable y risueño transmite confianza mientras que el ceño fruncido representa enfrentamiento y ganas de pelea. Resulta incomprensible que sus asesores no apliquen estos principios elementales de la comunicación.

En último lugar, aunque es el factor más importante, se refiere a sus características personales. Sr. Rajoy, nadie duda de su capacidad de trabajo, de su honestidad y de su formación como estadista, pero Ud. no posee una cualidad que es imprescindible para ganar unas elecciones, y que se conoce como “carisma”, que según el DRAE, significa “esa especial capacidad de algunas personas para atraer o fascinar”, o también, “el don gratuito que Dios concede a algunas personas en beneficio de la comunidad”.
Una virtud que tuvieron Adolfo Suárez, Felipe González y José María Aznar. No hablo de “Mr. Bean” porque este señor llegó a la Presidencia del Gobierno sobre 200 muertos.
El objetivo principal de un líder político debe ser el servicio a la nación y a los ciudadanos y, consciente de sus limitaciones, desempeñar dentro del partido el papel que es más adecuado para sus cualidades y para el triunfo en las urnas. En mi opinión, Ud. sería un excelente Presidente del Partido Popular.
Este partido tiene en sus filas auténticos líderes con carisma, como lo han demostrado en diversas confrontaciones electorales. Tales son los casos de Esperanza Aguirre, Rita Barberá, Alberto Ruiz Gallardón, Teófila Martínez, Rodrigo Rato, Jaime Mayor, Javier Arenas, etc. Cualquiera de ellos estaría en condiciones de ganar las próximas elecciones.
Considero que por un exceso de egoísmo o de protagonismo, que los ciudadanos no entendemos, no han valorado debidamente esta circunstancia y se han apresurado a designarle como candidato. Ya es tarde para corregir este error, pero todavía está a tiempo de recurrir a estas personas para que le arropen en sus mítines electorales y le aporten ese carisma del que Ud. carece. Por favor, practique la humildad que es una virtud que suele escasear en la clase política y utilice todos los medios a su alcance para ganar las elecciones. El pueblo español y España le demandan este sacrificio.
En caso contrario, presiento que en el mes de abril, Ud. va a presentar la dimisión, se va a ir por la puerta de atrás y los españoles tendremos que soportar otros cuatro años, las gracias y la sonrisa histriónica de “Mr. Bean”.
Los políticos, a diferencia del resto de los profesionales, cuando se equivocan, no asumen responsabilidad alguna y por tanto, actúan, en muchos casos, con bastante ligereza, sin sopesar las graves consecuencias de sus decisiones.





Madrid, 27 de octubre de 2007

Los cadaveres políticos de la Monarquía

Los Cadáveres Políticos de la Monarquía


Autor: Geromín

La Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado, una de las ocho leyes fundamentales del franquismo aprobada en el año 1947, definía España como un Reino y designaba a Francisco Franco Bahamonde Jefe del Estado con carácter vitalicio. Asimismo le otorgaba la facultad para proponer su sucesor a título de Rey, en la persona que él estimase oportuno, con los únicos condicionamientos de ser católico, haber cumplido los treinta años y reunir las cualidades necesarias para el cargo.
En el año 1969, el general Franco, presionado por el almirante Carrero Blanco y su entorno, que eran los que realmente gobernaban la nación, dado el declive físico del Jefe del Estado, decide nombrar sucesor a Juan Carlos de Borbón, y le otorga el título de Príncipe de España, como una prueba evidente de que se instauraba una nueva monarquía, sin nexo alguno con la anterior.
A partir de este momento, el entorno que apoya al Príncipe inicia una ingente tarea, no escatimando medio alguno, con la televisión pública en punta de lanza, para consolidar una institución que no gozaba del aprecio del pueblo, dados los antecedentes de la dinastía borbónica. Esta familia llegó al trono de España en cumplimiento de lo acordado en el Tratado de Utrech, que puso fin a la Guerra de Sucesión y terminó con todas las colonias españolas en Europa. Los distintos monarcas de esta dinastía, con la excepción de Carlos III, no estuvieron a la altura de las circunstancias en ninguno de los momentos históricos que les tocó vivir, más bien al contrario se dedicaron a los festejos cortesanos y a sus devaneos y aventuras amorosas extraconyugales. Entre tanto, nuestro país sufría un importante retroceso en su desarrollo y quedaba al margen de las revoluciones industriales que se producían en Europa. Este comportamiento dejó en el pueblo un sentimiento antimonárquico que propició dos intentos fallidos para implantar un régimen republicano.
Al fallecimiento de Franco, los partidos políticos, poderes fácticos y organizaciones sociales llegaron al convencimiento de que la única salida pacífica del Régimen, era la aceptación de la monarquía como forma de gobierno y así quedó plasmado en la Constitución Española.
A lo largo de estos treinta años de reinado de Juan Carlos I, se han producido diversos acontecimientos que, en la línea de consolidar la monarquía, han dejado en el camino varios cadáveres políticos.
La finalidad de este artículo es identificar estos personajes y exponer los motivos por los que, en mi opinión, pueden ser calificados con este apelativo. Dejo al margen los cadáveres económicos, caso Manuel Prado y Colón de Carvajal, que se ha tragado los “sapos” correspondientes a algunos “negocios” extraños de la monarquía.
El primero de ellos y el que tiene el dudoso honor de encabezar la lista, es su propio padre, Don Juan de Borbón, cuya obsesión por ser Rey de España le llevó a cometer actos tan irresponsables como sumarse al alzamiento militar, entrando en España bajo nombre falso, teniendo que ser detenido por las fuerzas franquistas y devuelto a la frontera. Posteriormente, y tras el triunfo de los aliados en la II Guerra Mundial, publicar el llamado “Manifiesto de Lausana” en el que reclamaba indirectamente la intervención aliada en España para restaurar la monarquía en su persona como garante de las libertades democráticas. Comprobada la inutilidad del Manifiesto, reunirse con el general Franco para entregarle a su hijo Juan Carlos a fin de que fuese educado en España, con la esperanza de que a la muerte de Franco, él asumiría la Corona, previa renuncia de su hijo, al que creía dominar. Y finalmente, participar, directa o indirectamente, junto a representantes de partidos republicanos, en todos los conciliábulos que tenían lugar en las décadas de los años sesenta y setenta.
La realidad es que llegado el momento de la designación de Juan Carlos, a Don Juan la noticia le coge fuera de juego, a pesar de contar con un Consejo Privado que, teóricamente, le debería informar de lo que acontecía en España. Su reacción ante este nombramiento fue tan violenta que disolvió este Consejo y suspendió todo tipo de contactos con su hijo, situación que perduró durante varios años. Al final, y ante la realidad de los hechos, cedió en su pretensión y reconoció a su hijo como Rey de España, pasando a la Historia, como hijo de Rey, padre de Rey, pero sin llegar a reinar nunca.
Siguiendo un orden cronológico, el segundo cadáver es Carlos Arias Navarro, franquista declarado, que había desempeñado diversos cargos políticos durante la Dictadura y que fue nombrado Presidente del Gobierno a la muerte del almirante Carrero Blanco. Desde este puesto inició una tímida reforma política que fue duramente criticada por los inmovilistas del sistema. Al producirse la muerte del general Franco y el posterior nombramiento de Juan Carlos como Jefe del Estado, Arias Navarro presentó su dimisión al Rey, que no fue aceptada en base a que, según la Corona, estaba siguiendo una línea adecuada de apertura.
Al cabo de seis meses y cuando ya se había diseñado el programa de la Transición en el que evidentemente Arias Navarro no tenía cabida, fue llamado por el Rey para pedirle la dimisión que seis meses antes le había rechazado. Ignoro las razones expuestas por el Jefe del Estado para justificar este cambio de actitud en tan corto intervalo de tiempo.
Arias Navarro accedió a la petición y se retiró de la vida pública con el título de Marqués de Arias Navarro.
El tercer cadáver de esta lista es Torcuato Fernández Miranda, catedrático de Derecho Político, mano derecha del almirante Carrrero, preceptor del Rey y uno de los promotores del nombramiento de Juan Carlos como sucesor de Franco, a título de Rey. Fue Vicepresidente del Gobierno con Carrero Blanco y, curiosamente, cuando éste muere a consecuencia del atentado terrorista, no es nombrado Presidente. Fue asimismo el redactor material del proyecto de la Transición.
En diciembre de 1975, es designado Presidente de las Cortes y del Consejo del Reino, puesto desde el que dirigió el proceso, facilitó la llegada de Adolfo Suárez a la Presidencia del Gobierno y condujo la tramitación y aprobación de la Ley para la Reforma Política, norma legal básica para la posterior evolución de los acontecimientos.
En mayo de 1977, y tras la decisión de Adolfo Suárez de presentarse a las elecciones generales, rompiendo así el programa diseñado, liderando un conglomerado de “partidillos” y políticos ambiciosos que formaron la UCD, Torcuato se entrevista con el Rey y le transmite su oposición a esta decisión, dado que en el plan trazado y llegado a este punto, Adolfo Suárez se retiraría y entraría en escena otro personaje de mayor calado, como Fraga, Areilza, Osorio, etc.
El Rey que había congeniado con Adolfo Suárez, dada la ligereza de ambos en asuntos de Estado, hace caso omiso a estas observaciones y expresó su aprobación a la aventura que iniciaba Adolfo Suárez.
Coherente con su planteamiento y conociendo perfectamente las características personales de Adolfo Suárez, Torcuato presentó la dimisión de todos sus cargos y se exilió voluntariamente a Londres, donde falleció al cabo de 3 años.
Fue condecorado con el Toisón de Oro, máxima distinción borbónica, y nombrado Duque de Fernández Miranda.
El entorno del Palacio de la Zarzuela se encargó eficazmente de borrar su figura y su papel en el proceso de la Transición, hasta conseguir su práctica desaparición, ya que su presencia podía ensombrecer la figura del Rey.
Siguiendo este orden cronológico, el cuarto de la lista es el propio Adolfo Suárez González. Este curioso personaje del que se ha escrito y hablado hasta la saciedad, se encuentra actualmente en un estado físico lamentable y es ahora cuando se intenta rehabilitar su imagen. En otro artículo expondré mi opinión al respecto, basada en el conocimiento de la persona y de su entorno, que probablemente discrepará de las versiones oficiales.
Su característica humana más importante fue la ambición a la que supeditaba el resto de su actividad. Se inició en la política de la mano de Fernando Herrero Tejedor, compañero de promoción de su suegro, y a su muerte siguió en el entorno de Carrero Blanco, cerca de Torcuato Fernández Miranda. Le promovieron a la dirección de Televisión Española para cuidar y ensalzar la figura del príncipe Juan Carlos. Cuando accedió a la Presidencia del Gobierno, y en especial, en la primera fase, fue un colaborador eficaz de la monarquía. A partir del año 1979, aprobada la Constitución y eliminado Torcuato Fernández Miranda, inicia una pugna con el Rey para erigirse en protagonista de la Transición. Llegado este punto, en mi opinión, Adolfo Suárez no valoró bien sus fuerzas y, probablemente, dejándose llevar por sus ideas republicanas, heredadas de su padre, comenzó a distanciarse de la Corona y a actuar por su cuenta.
Este cambio de actitud y la popularidad que iba adquiriendo la figura de Adolfo Suárez fue captado por el entorno del Rey, que no veía con buenos ojos esta nueva situación, por lo que reaccionó rápidamente dándose la orden de “acoso y derribo” del Presidente del Gobierno.
En esta miserable tarea participaron importantes financieros, “personajillos” de su propio partido cercanos a la monarquía (Óscar Alzaga, Miguel Herrero, Alfonso Osorio, Fernando Álvarez de Miranda, etc.) que iniciaron sucias maniobras internas para destruir la coalición UCD y, fundamentalmente, los medios de comunicación, que pasaron a tratarle de héroe a villano en cuestión de días.
El propio Adolfo Suárez colaboraba inconscientemente en esta campaña, con su política errática de tintes tercermundistas y su falta de autoridad para terminar con la rebelión interna de su partido.
Al cabo de dos años, la situación se hizo insostenible, por lo que el Rey, una vez conseguido el fin buscado con la Operación “Derribo”, le llamó a su despacho para pedirle la dimisión, que como en el caso de Arias Navarro, zanjó con la concesión del Ducado de Suárez.
Digo y afirmo que Adolfo Suárez fue obligado a dimitir, en base a comentarios posteriores hechos por él mismo, en mi presencia, y teniendo en cuenta sus características personales entre las que no cabía el concepto de dimisión.
El quinto miembro de esta ilustre relación es Alfonso Armada Comín. Este Teniente General, Preceptor del Rey y Secretario de la Casa Real, fue víctima de unas conjuras palaciegas y militares que coincidieron en el tiempo, aunque se gestaron por derroteros diferentes. Ambas partían de una realidad común, la situación política en España a finales del año 1980 era insostenible, debido a una serie de factores entre los que pueden destacarse los siguientes: descontrol total del proceso autonómico, numerosos atentados terroristas con víctimas militares, descomposición interna de la UCD, incapacidad del Presidente para abordar los problemas, enfrentamiento con la Corona, política exterior en desacuerdo con nuestra situación geopolítica, etc.
La conjura palaciega estaba planteada ante la posibilidad real de que Adolfo Suárez no se aviniera a dimitir cuando se lo pidiera el Rey. Se celebraron varias reuniones en las que estuvieron presentes destacados miembros del PSOE, del PCE y del entorno de la Casa Real. La que trascendió a la opinión pública fue la que tuvo lugar en el domicilio del Alcalde de Lérida, el socialista Ciruana, en la que estuvieron presentes, Joan Raventós (secretario del PSC), Enrique Mújica (PSOE), Jordi Solé Tura (PCE) y Alfonso Armada. En ellas, se acordó dar un golpe de estado “blando”, dentro de la legalidad, mediante la presentación de una moción de censura contra el Gobierno, que contaría con el apoyo de parte de UCD. A continuación se propondría un gobierno de unidad nacional, presidido por Alfonso Armada. Esta solución calmaría a los militares, mantendría la Corona al margen de la operación y desaparecía la figura de Adolfo Suárez que tantos dolores de cabeza estaba causando en La Zarzuela.
Paralelamente se estaba gestando otro golpe más violento, pero con escasas posibilidades de éxito, como se pudo comprobar posteriormente.
La aceptación de la dimisión por parte de Adolfo Suárez dio al traste con el golpe palaciego, pero no así con el militar que siguió adelante.
Lo sucedido después es de sobra conocido y Alfonso Armada se vio obligado a sacrificarse en aras de salvaguardar la imagen de la Corona en esta trama.
A partir de este momento, nadie volvió a cuestionar el papel trascendental del Rey en la consolidación de la democracia, mientras que Alfonso Armada vive retirado en sus tierras gallegas dedicado a labores agrarias, después de haber cumplido condena por intento de golpe de Estado.
Y por último, el que cierra, por el momento, esta ilustre lista de personajes, víctimas de la monarquía, es Sabino Fernández Campo, asturiano como Torcuato y también sufridor de las veleidades reales. Desempeñó distintos altos cargos en la Administración General del Estado y en el año 1977 pasó a ser Secretario General de la Casa Real.
En este puesto se encontraba cuando sucedieron los hechos del 23 de febrero. Durante esas seis largas horas que van desde las 6,30 de la tarde, en que el coronel Tejero irrumpe en el Congreso de los Diputados hasta la 1,00 de la madrugada, en que el Rey aparece en televisión, el papel de Sabino tuvo que ser fundamental, intentando explicar a los Capitanes Generales lo que realmente había ocurrido. Nunca sabremos el contenido de estas conversaciones ya que sus protagonistas tienen un sentido del honor, de la lealtad y del servicio a la patria que les impide atestiguar la realidad de los hechos.
A partir de aquí, Sabino Fernández Campo intentó poner orden y sentido común en una familia que no se caracterizaba precisamente por el ejercicio de estas virtudes.
Las relaciones sentimentales del Príncipe, los viajes y “cacerías” del Rey, los negocios turbios de la Corona y los enredos de la familia real, fueron temas que Sabino Fernández Campo intentó reconducir en la medida de lo posible. Al principio, esta actitud fue bien entendida por el Rey que le nombró Jefe de la Casa Real en el año 1990.
Posteriormente y debido a su constante enfrentamiento con el propio Rey para tratar de impedir la comisión de actos impropios de una monarquía moderna, fue cesado en el año 1993, mediante un extraño proceso, concediéndole el título de Conde de Latores con Grandeza de España.
En sus Memorias, Sabino Fernández Campo, desliza comentarios acerca de su estancia en la Casa Real, pero su sentido del honor no le permite relatar la verdad de los acontecimientos.

Lo descrito en estas líneas es la versión personal, probablemente errónea o sesgada, de unos personajes que colaboraron eficazmente con la Corona para consolidar esta institución y que, finalmente, sufrieron en sus propias carnes los designios borbónicos. En ningún momento, lo que se dice en este artículo contradice la versión oficial de los hechos, solamente se extraen conclusiones, basándome en la experiencia y en el análisis de los acontecimientos, que, en último lugar, siempre benefician al auténtico instigador de los mismos.



Ávila, 29 de agosto de 2007

El "negocio" fallido y la venganza de "Mr.Bean"

El “Negocio” fallido y la Venganza de Mr. Bean


Autor: Geromin

En los dos últimos años, hemos asistido a un espectáculo lamentable, cuyos protagonistas han sido, por un lado, el Gobierno de la nación, liderado por su Presidente, y por otro, el Consejo de Administración de Endesa. Como actores de reparto se han ido incorporando, a medida que la representación avanzaba, distintas empresas privadas e instituciones públicas. Las primeras, buscando el máximo beneficio económico, y las instituciones, para justificar las arbitrariedades del Gobierno. El argumento de esta obra ha ido adaptándose a los acontecimientos que se producían. Al principio, la operación consistía en regalar Endesa a La Caixa, a través de Gas Natural, pero al complicarse el “negocio”, la trama se convirtió en una revancha personal del Presidente del Gobierno contra el Consejo de Administración de Endesa, por no haber sido dóciles a sus deseos, sin pararse a reflexionar sobre los daños que esta actitud produciría a la economía española.
Esta forma de actuar del Sr. Rodríguez Zapatero, no es nueva, ya que como relata el Sr. Valenzuela (jefe de prensa de Moncloa en el periodo 2004-2006) en su libro “Viajando con ZP” (2007), el Presidente se caracteriza por iniciar actuaciones sin planes o planteamientos previos, confiando solamente en su buena suerte que nunca le abandona. ¡Triste provenir el nuestro!
Al margen del desenlace final que se produzca en la lucha por el control de Endesa, considero didáctico presentar un breve resumen del proceso y resaltar algunos aspectos importantes del mismo, que ponen de manifiesto la catadura moral de ciertas personas.
En septiembre del año 2005, la entidad Gas Natural (léase La Caixa) presentaba una OPA hostil sobre Endesa para hacerse con el control de esta Compañía. Para ello, valoraba cada acción de Endesa en 21,3 euros, de los cuales, una parte lo abonaría en efectivo y el resto lo canjearía por acciones propias de Gas Natural. Previamente, había pactado con otra empresa del sector (Iberdrola), la venta de parte de los activos de Endesa, por un importe similar al que tendría que abonar a los accionistas de esta Compañía. Es decir, que sin invertir un solo euro, se hacía con el control de Endesa, que valoraba en 23.000 millones de euros, aproximadamente.
Todo ello adornado de frases prepotentes y declaraciones altisonantes como “comparar esta operación con un embarazo en el que ellos habían puesto la semilla y en el plazo de nueve meses alumbraría una criatura”
Ni que decir tiene, que para llevar a cabo esta tropelía, La Caixa se había puesto de acuerdo, previamente, con el Gobierno de España, en diferentes reuniones habidas en la Oficina Económica del Presidente, cuyo máximo responsable era D. Miguel Sebastián. Esta actuación entraba dentro de su política de expolio nacional para favorecer a una región, como hemos comprobado con el Estatuto de Cataluña, el traslado de la Comisión Nacional de las Telecomunicaciones a Barcelona, el traslado de parte de los documentos del Archivo de Salamanca, etc. etc.
En mi modesta opinión, los directivos de La Caixa cometieron dos graves errores en el planteamiento del “negocio”. En primer lugar, despreciar y minusvalorar a los directivos de Endesa y en segundo término, confiar en las promesas del Presidente del Gobierno.
Iniciado el “embarazo”, siguiendo la terminología del Sr. Gabarró (Presidente de Gas Natural), el Gobierno de España, liderado por el Sr. Rodríguez Zapatero (Presidente), D. José Montilla (Ministro de Industria) y D. Miguel Sebastián (Responsable de la Oficina Económica del Presidente) puso en marcha toda la maquinaria administrativa para impulsar y favorecer el “negocio”, aprobando disposiciones legales, que posteriormente se ha visto, no eran acordes con la legislación comunitaria, desoyendo Informes de los Órganos competentes y manipulando la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Sin entrar a detallar todo este lamentable asunto, en el que han tenido que intervenir la propia Comisión Europea y el Gobierno alemán para desautorizar y anular las disposiciones aprobadas por el Gobierno español, una compañía alemana E.ON, ofrece a los accionistas de Endesa, la cantidad de 40 euros por acción abonados en efectivo, es decir valora la compañía en 43.000 millones de euros.
Evidentemente Gas Natural (La Caixa), ante la imposibilidad de igualar la oferta alemana y de no poder culminar el “negocio” planeado, se retira de la puja, no sin antes hacer declaraciones, tanto el Presidente de la Compañía como el Sr. Montilla, que pueden calificarse como “recurso al pataleo”, por la pérdida del pastel prometido.
A partir de este momento, comienza el segundo acto del espectáculo, en el que la trama gira alrededor de la venganza del Presidente del Gobierno contra Endesa y en especial contra sus directivos por haber hecho fracasar el “negocio”.
En la reunión bilateral, celebrada en Ibiza, entre Prodi y Rodríguez Zapatero, se acuerda la entrada de Enel, empresa pública italiana, en el capital de Endesa, vulnerando la legislación española en la materia.
Esta Compañía, adquiere un 20% del capital de Endesa, pagando 39 euros por título, lo que ratifica la valoración que había efectuado E.on, y pone una vez más de manifiesto, el “negocio” que se había diseñado entre La Caixa y el Gobierno.
Siguiendo con el culebrón, la empresa Acciona adquiere, al mismo precio, otro 24% de las acciones de Endesa y se une con Enel para presentar una OPA conjunta sobre esta Compañía, abonando 41,70 euros por acción. Esta maniobra apoyada por el Gobierno, ha provocado una crisis institucional en la Comisión Nacional de Mercado de Valores, con la dimisión de su Presidente, que ha denunciado públicamente, ante el Congreso de los Diputados, las ilegalidades cometidas. Estoy esperando que algún diputado (representante del pueblo) presente, ante la Audiencia Nacional, una denuncia por estas actuaciones, que han causado un grave perjuicio económico e institucional al Estado.
El Gobierno, al objeto de hacer olvidar este fallido “negocio”, presenta, muy hábilmente, ante la opinión pública, la entrada de la empresa pública italiana como una solución española del problema, cuando la realidad es que las tres compañías interesadas (Enel, Acciona y E.on) se han puesto de acuerdo en repartirse los activos de Endesa, y de esta forma, la empresa española pierde su valor estratégico en el mercado europeo.
En mi opinión, este proceso, sea cual sea su final, ha puesto de manifiesto los siguientes hechos:

1º.- La Caixa ha pretendido ganar a costa de los accionistas de Endesa, con el apoyo decidido del Gobierno, 23.000 millones de euros, como se deduce de la diferencia entre la cantidad ofrecida por Gas Natural y el valor fijado en las ofertas finales.

2º.- La Caixa quería trasladar a Barcelona el centro de decisiones, y de esta forma controlar un sector tan importante para un país como es el energético.

3º.- En este periodo de tiempo, hemos conocido que La Caixa ha perdonado un crédito de 1.000 millones al Partido Socialista de Cataluña ¿como contrapartida pactada de este fallido “negocio”?

4º.- El talante vengativo y sectario del Sr. Rodríguez Zapatero que, fracasado el “negocio” inicial, prefiere destrozar Endesa para eliminar al Sr. Pizarro de la presidencia de esta Compañía, que ha osado no acatar sus instrucciones.

Este final inesperado, en su planteamiento inicial, ha supuesto un serio varapalo para los padres de la criatura (La Caixa y el Gobierno) y un reconocimiento al eficaz trabajo llevado a cabo por los directivos de Endesa, en especial su Presidente, el Sr. Pizarro, que luchando contra viento y marea, ha conseguido que sus accionistas reciban un justo valor por sus acciones, aunque esta batalla le suponga la pérdida de la presidencia de la compañía.
Desearía que la lectura de estas líneas sirviera para que los ciudadanos reflexionasen sobre las maniobras que, por parte del Gobierno, se llevan a cabo para enriquecer a ciertas instituciones y regiones en detrimento del resto del Estado y como los deseos de venganza y revancha personales prevalecen sobre los intereses de España.
Por cierto, ¿con que cara se presenta el Sr. Sebastián, uno de los padres de la criatura, a la Alcaldía de Madrid para defender los intereses de los madrileños?.

Madrid, 25 de abril de 2007

El abuelo de Rodriguez Zapatero

El Abuelo de Rodríguez Zapatero
o
Las Andanzas del Capitán Lozano

Autor: Geromín

Desde que el Sr. Rodríguez Zapatero irrumpe en la política nacional, ha mostrado una idea obsesiva por presentar, ante los españoles, la figura de su abuelo paterno, Juan Rodríguez Lozano, como una persona honrada, represaliada y fusilada por defender unos ideales nobles y pacifistas.
Ya en el año 2001, cuando era secretario de los socialistas leoneses, mandó levantar un monolito en el Alto de Aralla (Montes de León), donde por cierto nunca estuvo su abuelo, en el que figura una placa con la siguiente inscripción:

“Homenaje a la dignidad: Muero inocente y perdono, mi credo fue siempre un ansia infinita de paz, el amor al bien y mejoramiento social de los humildes. Capitán Lozano 1893-1936.”

No entiendo porqué en esta inscripción sus redactores renegaron del linaje Rodríguez.
Posteriormente, en su toma de posesión como Presidente del Gobierno volvió a citar el testamento de su abuelo para que sirviera de ejemplo a los ciudadanos de bien.
Ante esta intoxicación informativa, diversos periodistas y escritores han investigado la figura del capitán Lozano y la realidad documental que han hallado dista mucho de la que ha pretendido presentarnos el Sr. Rodríguez Zapatero, basada probablemente en el dicho de que “Repite muchas veces una mentira hasta que se convierta en verdad”.
Mi pretensión al escribir este artículo es presentar, de forma resumida, la verdad sobre la vida de Juan Rodríguez Lozano, basada en pruebas documentales y no en montajes folletinescos.
El capitán Lozano, ingresó, en 1913, en la Academia de Infantería, siguiendo la tradición familiar, ya que su padre era igualmente teniente de esta arma. Su primer destino, como el de casi todos los militares de la época, fue África, donde a las órdenes del General Sanjurjo, se “puso ciego” matando moros hasta conseguir la Gran Cruz del Mérito Militar (1ª gran contradicción con su testamento) ¿o es que los moros no son seres humanos?
Cuando se proclama la República, el capitán Lozano no se acoge a la Ley Azaña y sigue en activo jurando lealtad al nuevo régimen y la no pertenencia a organización alguna (2ª contradicción).
A pesar de su juramento, en febrero de 1934, dirige una carta personal a Julián Zugazagoitia, director de El Socialista, en la que se ofrece a servir de informador y colaborador, bajo seudónimo, ya que en esos momentos, los militares tenían prohibido pertenecer o colaborar con partidos u organizaciones políticas (3ª contradicción).
En octubre de 1934, se produce la Revolución de Asturias, fomentada, impulsada y apoyada por el Partido Socialista y la UGT, que no aceptaron de buen grado los resultados electorales de las elecciones celebradas en ese año, en las que ganaron los partidos de derechas.
En la hoja de servicios del capitán Lozano, figura cómo participa en la represión, en su calidad de ayudante del coronel Lafuente, jefe del regimiento que se traslada a Asturias para sofocar la rebelión de los mineros. Este regimiento interviene en los combates. En uno de ellos, cercaron y asesinaron a 8 mineros que estaban refugiados en un caserío.
Sofocada la revolución, su jefe es nombrado Gobernador militar de la zona y se encarga, junto con el capitán Lozano de las inspecciones posteriores en las poblaciones participantes en la revuelta, que traducido al lenguaje coloquial significa ir “limpiando” de sublevados toda la zona (4ª contradicción).
Como consecuencia de estos sucesos revolucionarios, el periódico El Socialista fue clausurado y sus locales inspeccionados, apareciendo entonces la carta del capitán Lozano, motivo por el cual se le abre un expediente disciplinario, en el que se descubre, asimismo, su pertenencia a la logia masónica leonesa Emilio Menéndez Pallarés nº 15, bajo el nombre de Rousseau (5ª contradicción).
Por todo ello y considerando que se trataba de una falta grave se le suspende de empleo y sueldo, pasando a la reserva.
Con la victoria del Frente Popular en las elecciones de 1936, solicita que le sea aplicada la amnistía, aprobada por el Parlamento, para los implicados en el levantamiento de Asturias. Su separación del servicio se había debido a una falta grave a las Ordenanzas militares, no a su implicación política, por lo que en principio no le amparaba esta amnistía. No obstante y, probablemente, por influencias de la logia a la que pertenecía consiguió volver al servicio activo (6ª contradicción).
Hay constancia documental de una carta, escrita por sus compañeros de logia, dirigida a Diego Martínez Barrio (Presidente de la República y Gran Maestre de la Logia Masónica) en la que se solicita para el capitán Lozano un buen destino en León (Capitán de los Guardias de Asalto) en base a sus dotes de mando y energía (7ª contradicción).
El levantamiento militar de Franco, le sorprende de vacaciones en un pueblo cercano a León, ubicado en la zona republicana. Sin embargo, el capitán Lozano decide trasladarse a la ciudad de León, que los sublevados han tomado en la madrugada del día 19 de julio. A su llegada fue detenido con el resto de autoridades civiles y militares, sometido a juicio de guerra sumarísimo y fusilado el 18 de agosto de 1936.
Esta decisión de trasladarse a León al producirse el levantamiento militar en vez de incorporarse a la zona republicana, ha sido interpretada sobre la base de que el capitán Lozano actuaba de doble agente para ambos bandos e intentó, con esta maniobra, acercarse a los sublevados, que evidentemente desconfiaron de su comportamiento (8ª contradicción).
La causa instruida contra él debería encontrarse en el Archivo Militar de El Ferrol, donde están los documentos de todos los juicios sumarísimos celebrados en esa época, en la zona norte de España. Pero “curiosamente” su expediente ha desaparecido. No debe interesar que se conozcan sus declaraciones que sin duda aclararían aún más su siniestra personalidad.
Antes de su muerte, escribió, de puño y letra, un “delicioso” testamento, cuyos puntos más curiosos relatados en la publicación que se reseña, me permito transcribir.

“Para tranquilidad de su esposa y familia, declara creer en la existencia de Dios. A Él se encomienda su alma de creyente, que procuró tener limpia de faltas.
Pide la paz de España y de la Humanidad.
Muere inocente y perdona y pide a sus hijos que perdonen también.
Que se vindique su nombre y se proclame que no fue traidor a su patria y que su credo consistió siempre en su ansia infinita de paz, el amor al bien y el mejoramiento social de los humildes”.

A la vista de los acontecimientos relatados, basados en pruebas documentales, parece cuando menos tragicómico constatar la abierta discrepancia entre las bellas palabras del testamento y el comportamiento que mantuvo a lo largo de su existencia.
- Su ansia infinita de paz podría haberla aplicado cuando mataba moros y mineros.
- Su limpieza de alma podría haberla salvaguardado cuando juraba en falso, ejercía tráfico de influencias, vulneraba las leyes militares, etc.

En resumen, es razonable afirmar que lo mejor que podría haber hecho el nieto, es dejar a su abuelo en paz y no sacarlo de la tumba, cosa que por cierto hizo, e intentar presentarlo como un ser angelical, cuando, como mínimo, y siendo benévolo con los difuntos, podemos definirle como una persona intrigante, manipuladora, mentirosa, hipócrita, perjura y por supuesto traidora a su patria.
Cualquier lector interesado, puede corroborar toda la documentación reseñada, en el libro “La Gran Revancha” escrito por Isabel Durán y Carlos Dávila (2006).

Como apostilla a estas líneas, es curioso resaltar que en el año 2006, el Sr. Rodríguez Zapatero se traslada a León para inaugurar un museo de la Fundación Sierra Pampley, “casualmente” ubicado en el mismo local, donde celebraba sus reuniones la logia masónica Emilio Menéndez Pallarés.
Esta veneración por su abuelo, la inauguración del museo, su mentalidad visionaria, su discurso ambivalente, pacifista y dictatorial, su odio al Partido Popular, desoyendo el consejo del abuelo, y otros detalles en su conducta, nos pueden conducir a pensar sobre la posible existencia de algún tipo de nexo entre el Sr. Rodríguez Zapatero y la masonería.

Madrid, 23 de junio de 2007

Operación "Limpieza" o las Alfombras de "Mr.Bean"

Operación “Limpieza”
o
Las Alfombras de “Mr. Bean”

Autor: Geromin
Desde que el Sr. Rodríguez Zapatero (“Mr. Bean”, para los amigos) llegó a la Secretaría General del partido socialista, merced a los votos de los representantes de una corriente interna y testimonial del partido, que curiosa y “casualmente”, años más tarde, fueron los mismos que privaron a Rafael Simancas de la Presidencia de la Comunidad de Madrid, absteniéndose en la votación de investidura, se inició una operación de limpieza dentro del partido, orientada a la eliminación de todas aquellas personas que pudieran representar un peligro para su permanencia en el cargo, sustituyéndolas por políticos serviles y estómagos agradecidos.
Este proceso, lo ha llevado a cabo como un profesional del engaño, taimado, melifluo, sonrisa histriónica y haciendo uso de todos los recursos, éticos o no, que el poder pone a su disposición, ante la pasividad de la dirección de su propio partido, que, si bien, en privado, se manifiestan contrarios a este comportamiento, en público, callan y otorgan.
El primero de la lista en caer, fue Nicolás Redondo Terreros, Secretario General del PSE-EE, que durante años defendió, y arriesgó su vida por ello, las libertades en el País Vasco y plantó cara al nacionalismo fascista que sigue con su limpieza étnica e ideológica en esa región. A iniciativa del propio “Mr. Bean”, el partido socialista suscribió con el partido popular, cuando éste gobernaba, el “Pacto Antiterrorista”, y lo que parecía ser un triunfo personal de Redondo Terreros, fue, en realidad, una falsa apariencia, ya que a espaldas suyas, miembros del propio partido se reunían con los nacionalistas para pactar otras estrategias que posteriormente se han puesto de manifiesto cuando el partido socialista ha llegado al poder. Este comportamiento provocó la renuncia de Redondo Terreros a sus cargos en el partido, que era el fin perseguido.
El “fallecido” siguiente, es José Bono Martínez, Presidente de Castilla-La Mancha, referencia de los socialistas en esa región, y rival de “Mr. Bean” en las elecciones primarias del partido socialista. Con el señuelo de hacerse cargo del Ministerio de Defensa en el gobierno socialista, abandonó el gobierno regional y aceptó la oferta. Grave error de un político al que considero inteligente y no comprendo los motivos que le llevaron a tomar esta decisión. Evidentemente, dentro del gobierno, “Mr. Bean”, le tenía controlado y estaba a su merced, de forma y manera que le manejó a su antojo, hasta que, al cabo de dos años, explotó y decidió irse a casa. Al no encontrar candidato para la Alcaldía de Madrid, intentó convencerle para que se presentase, pero en esta ocasión no mordió el anzuelo. Próximas las elecciones generales volverá a recurrir a él para asegurarse los votos de Castilla-La Mancha, espero que no caiga otra vez y se deje cautivar por las promesas del “mentiroso”.

El tercero de esta macabra relación es Pascual Maragall Mira, Presidente de la Generalidad de Cataluña y líder indiscutible de los socialistas catalanes, que se quemó en la discusión del Estatuto, en el Parlamento catalán, al amparo de las palabras de “Mr. Bean”, que había afirmado solemnemente, como siempre hace, que lo que se aprobara en ese Parlamento, sin modificar una coma, sería aprobado en las Cortes Españolas. Craso error el de Maragall, que confió en “el jefe”. Al final de su tramitación, se dio la curiosa circunstancia, que uno de los tres partidos (Izquierda Republicana), que formaban parte de su gobierno, hizo campaña para votar “no” al Estatuto, mientras que Convergencia y Unión, que estaba en la oposición, pactó, a sus espaldas con “el jefe” y apoyó el Estatuto. El pueblo catalán demostró en el referéndum posterior, su pasotismo al respecto, como lo demuestra el hecho de que el índice de participación fue inferior al 50%. Este ridículo tan espantoso llevó al pobre Pascual a convocar elecciones anticipadas y renunciar a su cargo.
Recientemente, ha anunciado su baja en el partido socialista, por haberse sentido engañado, con duras críticas a ”Mr. Bean” al que, entre otros reproches, le acusa de desagradecido, ya que fue él, junto con Alfonso Guerra los que defendieron su candidatura frente a la de José Bono en las primarias del partido.

El cuarto lugar, lo ocupa Juan Carlos Rodríguez Ibarra, líder de los socialistas en Extremadura, al que los disgustos y “sapos” que tuvo que tragar durante la tramitación del Estatuto de Cataluña, le provocaron un problema vascular grave, que le ha llevado a retirarse de la política. Pienso que tiene que ser muy duro para una persona que dice defender los intereses de sus paisanos y de su tierra, consentir que los diputados extremeños den su conformidad a este Estatuto, que supone un empobrecimiento indiscutible para su región, por mucho que los políticos de turno lo quieran vestir de otra manera.

Siguiendo por orden cronológico en su defenestración, el quinto lugar se lo asignamos a Rafael Simancas Simancas, Secretario General de los socialistas madrileños, que se plegó a las manipulaciones de “Mr. Bean”, en lo referente a la búsqueda de un candidato para la Alcaldía de Madrid, operación que llevó personalmente el “jefe” ignorando a la cúpula del partido en la región. La designación de Miguel Sebastián, provocó la mayor derrota electoral del partido socialista, en Madrid, en toda su historia. Ante este fracaso, y como “el mentiroso” siempre se va de rositas, el pobre Simancas se ha tenido que ir a su casa, criticado y vejado por su papel de alfombra sobre la que se han orinado los jerifaltes del partido, tal y como escribe Joaquín Leguina en un artículo publicado en la prensa nacional.

A continuación, el sexto, por méritos propios, es Fernando Puras Gil, Secretario General de los socialistas navarros. Celebradas las elecciones autonómicas de mayo de 2007, el partido socialista se encontraba en situación de alcanzar la Presidencia del Gobierno de Navarra, previo pacto, con Nafarroa Bai (conglomerado electoral de partidos nacionalistas, independentistas, etc.). “Mr. Bean” había dado su conformidad a este pacto. Para ello, se iniciaron las oportunas reuniones y conversaciones. Conseguido el acuerdo, que se aprobó por mayoría abrumadora en la ejecutiva regional, y cuando se iba a proceder a su firma, “Mr. Bean” llamó a capítulo a Fernando Puras y le obligó a desdecirse. El incauto regresó a Pamplona, avergonzado y posteriormente abucheado por sus propios compañeros, tuvo que optar por la renuncia y retirarse a sus cuarteles de invierno.

El último, por el momento, de esta sabrosa relación, es Juan Ignacio Pla Durá, Secretario General de los socialistas valencianos, al que, previa filtración por parte de la prensa afín al poder, se le ha acusado de no haber pagado la reforma de su casa, como paso inicial a la correspondiente campaña mediática de acoso y derribo. Antes de llegar a esta situación, y viendo la suerte corrida por sus compañeros de la presente lista, ha decidido abandonar y dejar paso libre a Jordi Sevilla, candidato del “jefe”.
Pienso que los ciudadanos nos sentiríamos muy tranquilos si los mayores “chanchullos” de la clase política fueran no abonar la reforma de sus pisos.

Si a estos “caídos”, por “Mr. Bean” y por la patria, añadimos los de Ángel Villalba Alvárez y de Juan Carlos Alemán Santana, Secretarios Generales de los socialistas en Castilla y León y Canarias, respectivamente, que se han ido “voluntariamente”, antes de que los echen, en aplicación del refrán castellano “cuando las barbas de tu vecino veas pelar pon las tuyas a remojar”, nos encontramos con que la depuración ha superado el 50% de los líderes regionales del partido.
A este “purga” directa, se añade otra “limpia” más subliminal, consistente en apartar de los órganos de decisión del partido a aquellos socialistas que pudiesen dar problemas, mediante procedimientos más sutiles, como el de asignarles puestos bien retribuidos y tranquilos. En esta “limpia” incluimos a: Francisco Vázquez Vázquez, alcalde de La Coruña, que ha sido nombrado embajador en El Vaticano; José Borrell Fontelles, que le han enviado a “vegetar” al Parlamento Europeo; Joaquín Almunia Amann, que le han desplazado a la Comisión Europea, como Comisario por España; Alfonso Guerra González, Presidente de la Comisión Constitucional del Congreso, que tiene que “tragar” con unos Estatutos, a todas luces, inconstitucionales y además le han dejado mudo, privando a la ciudadanía de sus frases ingeniosas.
Otros socialistas de prestigio, como Manuel Marín González o Joaquín Leguina Herrán, han decidido abandonar la política, hartos de aguantar las “bufonadas” de “M.Bean” y de su acólito, José Blanco, aprendiz de dictador.
Y, finalmente, otros, como Rosa Diez González, que han dejado el partido para crear una nueva formación política donde se respire libertad y democracia, conceptos, teóricamente, fundamentales del partido socialista.
Esta operación “limpieza” llevada a cabo ante la pasividad de las figuras destacadas del socialismo español, conduce inexorablemente a un partido en el que primará el “caudillismo”, y las decisiones y elecciones internas se aprobarán por aclamación, como en los mejores tiempos del franquismo.
Triste realidad para un partido centenario que ha caído en manos de un “iluminado” ingenuo (Alfonso Guerra, en privado, le apoda, “Bambi”), la modalidad más peligrosa de la especie humana, tal y como recoge la Historia, con abundantes ejemplos de esta clase de individuos y de los daños, en algunos casos, irreparables que produjeron a sus conciudadanos.
Y a todo esto, me pregunto ¿En qué se ha convertido el partido socialista, que durante toda su historia nos ha vendido la imagen de partido modélico en su defensa de la libertad y del respeto a la democracia interna?.
¿Cómo pueden aguantar, una vez si y otra también, sus aventuras y disparates, cuando siempre han presumido de inconformistas y reivindicativos frente a las injusticias?.
¿Cuantas críticas han vertido sobre otros partidos porque los candidatos eran designados por los “jefes”, y estos hacían y deshacían a su antojo?.
Buscando alguna justificación lógica a esta anómala situación, solamente me vienen a la mente dos posibles explicaciones. La primera, conduce a pensar que el socialismo español se ha transformado en un partido burgués y “pancista”, que aplica el dicho “a vivir que son dos días”. La segunda, me preocupa más, ya que supondría constatar que el poder actual de la masonería en España es más fuerte de lo que podíamos imaginarnos, tal y como sucedió cuando se proclamó la 2ª República, en que casi la mitad de los miembros del Gobierno pertenecían a alguna logia masónica.




Madrid, 11 de noviembre de 2007