martes, 25 de marzo de 2008

Reflexiones sobre el 9-M

REFLEXIONES SOBRE EL 9-M

Autor: Geromín

Los resultados de las elecciones generales celebradas el pasado día 9 de marzo permiten, en mi opinión, extraer algunas conclusiones que podrán o no coincidir con las de los analistas oficiales, pero que desde mi perspectiva resultan interesantes de cara al futuro.

En primer lugar, les guste o no a sus adversarios políticos, el partido socialista ha ganado, cómoda y limpiamente, las elecciones con una mayoría que le permitirá gobernar sin necesidad de pactos de legislatura que le obligan a depender de otras formaciones políticas. Ahora ya no habrá excusas para poner en marcha todas las promesas electorales. Aunque un célebre político, que no merece que le nombre en este artículo, haciendo gala de una desfachatez increíble, llegó a decir que “las promesas electorales están para no cumplirlas”.
¡Menudo pájaro! y qué desprecio a la ciudadanía.
Se esperaba una victoria socialista más apretada porque el panorama económico-social y las secuelas de la legislatura anterior, debido a los graves errores del Sr. Rodríguez Zapatero, no le eran favorables, pero la incompetencia de la oposición, prestándose a unos debates televisivos en los que el Sr. Rajoy partía de perdedor y el buen hacer de los responsables de su campaña electoral han posibilitado este resultado.
El granero de sus votos, como ha sucedido en otras ocasiones, está en Andalucía y Cataluña (incultura e independentismo), que es donde realmente han ganado las elecciones. De ahí el empeño del Presidente del Gobierno durante la pasada legislatura en favorecer descaradamente a esta región, en inversiones y competencias en detrimento de la nación. En el resto de España la igualdad ha sido absoluta, lo que debería hacer reflexionar a los responsables del partido.

La segunda conclusión es la derrota sin paliativos del partido popular, aunque sus portavoces intenten maquillar el resultado con unos razonamientos que no convencen ni a sus incondicionales.
El incremento del número de votos y de escaños que ha experimentado el partido se debe a que el nivel de partida era muy bajo debido al castigo electoral que le infligieron los ciudadanos en las últimas elecciones generales del año 2004 por los atentados de Atocha y a la buena labor que han llevado a cabo algunos líderes regionales, como son los casos de Javier Arenas, Rita Barberá, Francisco Camps, Esperanza Aguirre, etc. Pero el resultado final ha sido desalentador y preocupante, ya que difícilmente se pueden repetir en el futuro unas circunstancias tan favorables como las actuales para haber ganado las elecciones.
No han sabido vender confianza ni transmitir ilusión. El núcleo de indecisos se ha inclinado por la opción socialista ante la visión catastrofista que transmitían los líderes populares.
El pasado día 27 de octubre me permití la libertad de remitir una carta a Mariano Rajoy, en la que exponía lo que pensaba en esos momentos sobre la situación de su partido y las medidas que, como ciudadano, consideraba imprescindibles que debían adoptarse para tener opciones en las siguientes elecciones generales. Evidentemente la carta iría al cesto de los papeles, pero curiosamente ahora los analistas oficiales se hacen eco de las mismas y las ven necesarias. En ella ponía de manifiesto los siguientes problemas:

* Tutela, en la sombra, de José María Aznar, cuya imagen es negativa para el electorado no comprometido.
* Portavoces del partido (Acebes, Zaplana, Pastor, Martínez Pujalte) que son políticos “quemados” e impuestos por Aznar.
* Recuperación de las personas válidas que fueron apartadas de la primera línea de forma inexplicable (Jaime Mayor, Javier Arenas, Rodrigo Rato, Celia Villalobos, José Piqué, etc.)
* Renovación del equipo de asesores presidenciales a fin de mejorar la imagen del candidato. El ciudadano está harto de caras crispadas. ¿Ha visto alguien reír a carcajadas al Sr. Rajoy? Es persona que trasmite amargura y pesimismo.
* Manejo más adecuado de los medios de comunicación en el sentido de resaltar los abusos y fracasos del Gobierno pero sin llegar al catastrofismo.
* Falta de carisma del Sr. Rajoy que le imposibilita el ganar unas elecciones en España, donde a pesar de lo que repetía hasta la saciedad el Sr. Anguita “Programa, Programa, Programa” el ciudadano vota a la persona. Podría afirmar, sin temor a equivocarme, que un alto porcentaje de votantes desconoce el programa del partido al que da su confianza.

Por todo ello, me atrevería a pedirle al Sr. Rajoy un ejercicio de honestidad y de humildad a fin de preparar al partido para las elecciones del año 2012.

La tercera conclusión tiene que ver con la coalición de Izquierda Unida (léase partido comunista) y el ridículo que llevan haciendo desde hace varias legislaturas a pesar de los apoyos mediáticos de los que ha gozado durante este tiempo que le han presentado como una opción política consolidada. Por fin, ha quedado reducido a la mínima expresión y sin grupo parlamentario propio.
Sus dirigentes culpan a la pinza bipartidista a la que se han visto sometidos. Yo les emplazaría a responder algunas cuestiones que son de difícil explicación para el elector:
¿Cómo es posible que pacten en el gobierno vasco con el PNV, que es un partido fascista y xenófobo?
¿Cómo justifica su apoyo, en el ayuntamiento de Mondragón a la coalición ANV, que es portavoz y parte del entramado terrorista de ETA?
¿Cuál es su posición real frente al terrorismo?
¿Por qué su sindicato afín convoca huelgas políticas, sin justificación laboral, en los momentos que considera políticamente sensibles?
¿Cómo explican su pasividad y colaboración con el Gobierno ante los contratos basura, la falta de vivienda para la juventud, la carestía de la vida, etc.?

Cuando respondan a estas y otras preguntas y establezcan dentro de la coalición una línea de actuación coherente podrán pensar en recuperar el voto perdido.

La cuarta conclusión tiene que ver con el nacimiento de una nueva formación política, Unión, Progreso y Democracia que, liderada por Rosa Díez, ex miembro del partido socialista, ha sabido transmitir un mensaje de ilusión y optimismo y a pesar del tremendo boicot al que se ha visto sometida, tanto por las entidades financieras como por los medios de comunicación, ha conseguido que más de 300.000 ciudadanos la den su confianza y así tener presencia en el Congreso de los Diputados. Pienso que la aparición de un nuevo partido es una buena noticia. Su programa electoral pone sobre el tapete los graves problemas que aquejan a la democracia española. Sería deseable que este partido se consolidara como centro político que pudiera recoger los votos de muchos posibles votantes que están hartos de populares y socialistas y de su forma de actuar en política, anteponiendo los intereses partidistas a los de los ciudadanos a los que dicen representar. Si esto se consigue se terminaría con el abuso de las fuerzas nacionalistas que siempre actúan como buitres al acecho esperando la carroña. Ya han manifestado su disposición a pactar para sacar tajada.

La última conclusión que puede sacarse de esta jornada electoral es el duro castigo que han experimentado algunas fuerzas nacionalistas (Izquierda Republicana de Cataluña, Partido Andalucista y Partido Nacionalista Vasco) y el estancamiento de las restantes (Convergencia y Unión y el Bloque Nacionalista Gallego). Es muy positivo que esos impresentables de la política, auténticos matones y fascistas, que no admiten posturas discrepantes y que en donde gobiernan están anulando la libertad de las personas, tengan menor peso en las decisiones importantes que afectan a España. De aquí la urgente necesidad de cambiar la ley electoral para impedir que un partido con el 1% de los votos pueda marcar las actuaciones del Gobierno.

Al margen de las conclusiones expuestas me gustaría hacer mención al triste espectáculo que nos han deparado algunos personajes populares, casos de Víctor Manuel, Ana Belén, Joaquín Sabina, entre otros, autoproclamados comunistas de toda la vida y que por un plato de lentejas (léase canon digital) han vendido sus ideales y han prestado su apoyo público al Sr. Zapatero que en el terreno económico sigue una política de marcado acento liberal que está enriqueciendo a los poderosos.
Qué pena ser esclavo del dinero y que esta circunstancia incida en tus ideales. Triste representación la de estos “progresistas iletrados y mutantes”.
Por cierto, en este punto me asalta una duda razonable a la que no encuentro fácil explicación. ¿Cómo se podrá compaginar un ideario comunista con la posesión de mansiones de lujo y fincas de recreo, como es el caso de la que se han construido en la provincia de Guadalajara, Víctor Manuel y Ana Belén?
No hay que ser mal pensados y hemos de darles un margen de confianza, aunque a la memoria me viene el comportamiento de sus colegas comunistas que en el año 1939 salieron de España como las ratas pero con las alforjas llenas.

Cuando estoy finalizando la redacción de estas líneas, salta la noticia sobre la permanencia del Sr. Rajoy al frente del partido popular para lo cual convocará un Congreso extraordinario al que se presentará como candidato. Seguro de que esta elección es la única que va a ganar, pero flaco favor hace a España con semejante decisión incomprensible para la ciudadanía. Como dijo Ricardo de la Cierva al enterarse del nombramiento de Adolfo Suárez como Presidente del Gobierno ¡Qué error, que inmenso error! y el tiempo al final le dio la razón. En este caso podemos aplicar la misma frase para definir esa decisión.
¿Cuántas veces tiene que ser derrotado un candidato para que se retire a sus actividades privadas?
Con toda certeza pensará que si abandona el barco, éste se hunde. Nada más lejos de la realidad. Aparecerán nuevos capitanes que le sabrán conducir a buen puerto.
¿Se ha parado Ud. a pensar que en las elecciones locales y autonómicas del año 2007, en las que no era el candidato, el partido popular obtuvo mejores resultados que en las pasadas elecciones generales? Seguro que no ha caído en el detalle, pues piense sobre ello porque, en mi opinión, es bastante significativo.
¡Qué falta de realismo!
Espero y deseo que la cordura del pueblo español sepa poner a cada uno en su sitio.

Madrid, 11 de marzo de 2008