domingo, 13 de diciembre de 2009

El Problema Vasco

EL PROBLEMA VASCO

Autor: Geromín
Al cumplirse cincuenta años de la aparición pública de la banda criminal ETA, me parece oportuno plasmar en el presente escrito unas breves reflexiones sobre las repercusiones que ha tenido este hecho en la sociedad vasca en particular, y sobre la española en general.
Si en la actualidad se realizase una encuesta a nivel nacional, preguntando: ¿Cuál es a su juicio, el principal problema del País Vasco? Estoy convencido de que un porcentaje muy elevado de respuestas, superior probablemente al 80%, coincidirían en que es la banda terrorista ETA.
Como personalmente no estaría de acuerdo con este resultado, en el presente artículo voy a exponer mis argumentos para justificar esta discrepancia.
En mi opinión, la situación actual es el fruto de cincuenta años de engaño a un pueblo, de los cuales, durante treinta, ha estado sometido a una férrea dictadura encubierta. En el proceso de opresión de la sociedad vasca y de su intoxicación, hay tres verdaderos culpables y luego una serie de colaboradores, activos o pasivos, que con su actitud ante el problema han favorecido o consentido esta triste realidad.
A modo de síntesis, el esquema sería el siguiente:
* MÁXIMOS RESPONSABLES Y BENEFICIARIOS DE LA SITUACIÓN:
Partido Nacionalista Vasco
Iglesia Católica Vasca
Banda Terrorista
* COLABORADORES:
Partido Socialista Obrero Español y Partido Comunista
“Tontos útiles”: periodistas, artistas, etc.
Burguesía vasca
Sociedad vasca
Francia

Vamos a ir analizando el comportamiento de cada uno de los integrantes de esta macabra relación.


1.- El Partido Nacionalista Vasco (PNV)
El PNV creado por Sabino Arana a finales del siglo XIX, sigue al pie de la letra, cuando le interesa, la doctrina de su fundador, una persona resentida por la pérdida de los bienes de su familia como consecuencia de las guerras carlistas, y de ideas reaccionarias y xenófobas. Todos sus escritos destilan odio contra todo aquello que se aparte de sus planteamientos racistas y supongan libertad y properidad.
Tal personaje falseó la historia, se inventó batallas que no existieron y declaró la “guerra santa” al liberalismo, al progreso y por supuesto a España, como estado represor de un pueblo llamado por Dios para salvar a la humanidad del demonio.
Lo que muchos vascos ignoran es que, durante la Guerra Civil, los dirigentes de este partido pactaron con Franco y el célebre “cinturón de hierro” de Bilbao, se disolvió como un azucarillo en un vaso de agua a la llegada de las tropas nacionales y no contentos con este comportamiento, financiaron al bando nacional para salvar sus patrimonios, dejando al pueblo vasco a merced de los avatares de la guerra. Todo ello como prueba de la cobardía que les caracteriza y traicionando a la República que les había otorgado un Estatuto de autonomía.
Posteriormente, iniciaron una serie de contactos con los nazis a través de su lehendakari, José Antonio Aguirre, que se trasladó durante cuatro meses a Berlín para intentar cerrar un acuerdo de colaboración con Hitler, prestándole sus ”gudaris” a condición de que en la nueva Europa fascista, el País Vasco tuviese su propia personalidad. Fracasado en su intento, este demócrata se convirtió en un agente de la CIA, para espiar a los partidos políticos latinoamericanos, según consta en los archivos desclasificados de esta organización.
Existe un documento de la época, muy esclarecedor, elaborado por la dirección del partido, ensalzando la política racista de Hitler y su teoría acerca de la raza aria.
Durante la etapa franquista, colaboraron eficazmente con este régimen e incluso el Ayuntamiento de San Sebastián, por unanimidad, ofreció al Jefe del Estado el Palacio de Ayete para que disfrutase de sus vacaciones estivales, como estuvo haciendo durante treinta y cinco años, con el beneplácito de los nacionalistas.
Próximo el fin del régimen franquista, y conscientes de la debilidad del sistema, empiezan a maniobrar de nuevo dirigidos por Javier Arzallus, otro personaje siniestro, hijo de requeté, ex jesuita, de formación nazi y de ideas reaccionarias. En su delirio xenófobo llegó a afirmar que a los vascos se les puede distinguir, entre otras muchas peculiaridades, por la forma geométrica de su culo.
El PNV diseña, junto con el clero vasco, una estrategia de largo alcance, similar a la que se desarrolló en Alemania contra los judíos, en los años previos a la 2ª Guerra Mundial. Para ello necesitan crear una banda de asesinos, parecida a las juventudes hitlerianas que lleve el terror a las calles y realice el trabajo sucio del proyecto. Es de sobra conocida la frase: “Ellos mueven los árboles y nosotros recogemos las nueces”.
Conseguido el gobierno regional, con la colaboración del partido socialista obrero español, inician un proceso de limpieza étnica y de intoxicación a la población. Manipularon los textos educativos y en las ikastolas se impartía odio hacia todo lo español. Consintieron y fomentaron la barbarie callejera llevando el terror a las calles como medida intimidatoria para todos los ciudadanos que no compartiesen las ideas nacionalistas, dando órdenes muy estrictas para que no actuase la policía vasca, En todo este periodo de tiempo, esta policía no capturó un solo comando terrorista. Con todo ello, consiguieron que más de 300.000 vascos tuvieran que emigrar de su tierra a otras zonas de España para poder vivir tranquilos. Y para mayor escarnio de la democracia designaron a Yosu Ternera, actualmente en “busca y captura” por su participación en diversos asesinatos, para que formara parte de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Vasco.
¡Nunca una cámara de representación popular había caído tan bajo!
En esta línea de despropósitos, mandaron retirar la bandera española de todos los edificios públicos. Tuvieron la vileza de ensalzar a los asesinos haciendo caso omiso de los asesinados. Marginaron a los familiares de las víctimas, despreciando su dolor, …etc, …etc. Podría seguir enumerando una serie de barbaridades y vejaciones que impusieron al pueblo vasco que lamentablemente no tuvo más remedio que adaptarse llegando a considerar como “normal” esta penosa situación.
El “victimismo” y el chantaje han sido sus grandes banderas. Odian a España pero se llevan todo lo que pueden de los Presupuestos Generales del Estado aunque sea a costa de renunciar a sus teóricos principios ideológicos, como hemos comprobado recientemente al votar favorablemente la tramitación de la llamada “ley del aborto”. ¿Qué opinarán sus seguidores que se consideran católicos, apostólicos y romanos?
¿Qué pensaría el ultramontano Sabino Arana de este comportamiento?
Persiguen el castellano, pero se expresan y escriben en este idioma cuando desean transmitir la información que les interesa. Siempre amenazan con su independencia de España, cuando son conscientes de que la oligarquía vasca no lo consentiría jamás pues se terminarían sus negocios y tendrían que cerrar las fábricas.
Esta deleznable labor que han llevado a cabo durante treinta años ha gozado de la permisividad incomprensible del resto de partidos políticos, de los agentes sociales y de algunos medios de comunicación, como ahora veremos.


2.- La Iglesia católica vasca
El comportamiento de esta institución durante los treinta años a que nos referimos ha sido bastante lamentable por no calificarla de repugnante. Por motivos profesionales estuve trabajando en la provincia de Guipúzcoa entre los años 1967 y 1972, y pude ver de primera mano la actitud del clero. Las homilías dominicales que se leían en las iglesias eran auténticas soflamas revolucionarias incitando a la violencia y acusando a los “españoles” de ser los genocidas del pueblo vasco. Inculcaban el odio en los ciudadanos, amparados, por supuesto, por sus obispos entre los que destacaba José Mª Setién, otro tenebroso individuo a tener en cuenta, que no tuvo ningún reparo, como el resto de sus colegas, para acoger en las iglesias, bajo palio, al anterior Jefe del Estado y rendirle cuantas pleitesías fuese necesarias.
También presencié cómo en el Santuario de Nuestra Señora de Aranzazu, se cobijaba a todos los jóvenes que se encontraban implicados en el proceso de creación de la banda terrorista. En este santuario encontraban refugio los que se veían perseguidos por la policía. Allí también se celebraban las reuniones clandestinas.
Cuando moría algún etarra en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad se preparaban fastuosos funerales donde se les daba el tratamiento de héroes nacionales que habían caído en defensa de un pueblo oprimido. Estas ceremonias se negaban a los familiares de los asesinados con el pretexto de no introducir mayor crispación en la sociedad. Curiosa interpretación de la iglesia de lo que debe ser su misión terrenal.
El clero participó activamente en la creación de la banda terrorista, aportando no sólo personas, pues como es sabido, entre sus fundadores había muchos ex seminaristas, sino también infraestructura para el movimiento y cobertura de sus miembros.
Esta actitud unida a la del PNV llevaba a la juventud a tomar la senda de la violencia pues veían como se veneraba a los asesinos. Les anularon como personas para manejarlos de igual modo que a los “kamikaces” japoneses o a los “suicidas” islamistas.
Posteriormente, y ante la brutalidad de los asesinos, la iglesia vasca se vio obligada a “dulcificar” su mensaje, condenando “tibiamente” los asesinatos, pero jamás adoptó una postura clara frente a los mismos. Para el clero vasco no existe el quinto mandamiento de la ley de Dios, pues lo fundamental es la liberación del pueblo oprimido, aunque para ello hubiese que matar a seres inocentes.
La Conferencia Episcopal española se queja de la pasividad de los católicos ante otros problemas de la sociedad y no es consciente de que ella debería haber dado ejemplo tomando postura clara ante lo sucedido en el País Vasco, pero evidentemente no podía hacerlo porque era cómplice directo del problema.
Han consentido y silenciado que el párroco de Maruri haya tenido que abandonar su parroquia después de 34 años por no plegarse a los dictados nacionalistas.
Es muy difícil para los creyentes entender la postura de los obispos españoles y del propio Vaticano ante el vil y taimado comportamiento de los miembros de la iglesia vasca.

3.- La banda terrorista
Como he mencionado anteriormente era necesario crear la tercera pata de ese trípode liberticida que llevara a cabo el trabajo sucio del proyecto elaborado por el PNV y la iglesia vasca. Para ello y bajo la coartada de la lucha por la liberación del pueblo vasco reunieron a un grupo de ex seminaristas y miembros del PNV a los que comenzaron a adoctrinar. Las reuniones se celebraban en los locales de las iglesias para protegerse del acoso de las fuerza de seguridad. Cuando consideraron que disponían de la infraestructura necesaria para sus actividades dieron el salto cualitativo de pasar a los asesinatos. El primer crimen que cometieron fue el del inspector de policía Melitón Manzanas, al que tildaron de torturador del pueblo vasco, para justificar su actuación.
Cuando se aprobó la Constitución y el Estatuto de Guernica por el que se concedía al País Vasco el mayor autogobierno que había tenido en su historia, incluso superior al estatuto de la República, se quedaron sin argumentos para seguir con lo que ellos siguen aún denominando lucha armada. En el seno de la banda se produjeron discusiones ideológicas pero prevaleció la postura de los partidarios del proyecto inicial que incrementaron el número de asesinatos y las dimensiones de los mismos en un intento desesperado de hacer fracasar el proyecto democrático y tener una justificación de su existencia.
Al fracasar en su propósito, la organización criminal se fue convirtiendo en una banda mafiosa que ensanchó su campo de actuación a la extorsión, al cobro del “impuesto revolucionario” a los empresarios y profesionales, al tráfico de armas, de drogas, etc.
Durante estos cuarenta años han asesinado a cerca de mil seres humanos, en algunos casos con verdadero sadismo, ante la complacencia y regocijo silencioso de sus compañeros de viaje.
En la actualidad, carentes de referencia ideológica, son una banda mafiosa del estilo de ”La Camorra” o de “Cosa Nostra”, que por medio del terror y la extorsión impone su criterio en una sociedad que lentamente va saliendo de su letargo.
El retrato robot del etarra de nueva generación es el de un individuo muy joven, fanático, educado en el odio y la violencia, de bajísimo nivel cultural e intelecto no demasiado vigoroso. Curiosamente, su edad coincide con el número de años que el PNV ha gobernado en el País Vasco. Por el contrario, los veteranos de la banda son auténticos resentidos, frustrados porque se dan cuenta de que han dilapidado su vida y no han conseguido nada de lo que les ofrecieron cuando se embarcaron en esta trágica aventura. El rictus de amargura puede verse en sus caras; son individuos sin retorno y sin ideales.

4.- Colaboradores
Dentro de este apartado incluyo en primer lugar, y con un papel muy destacado al partido socialista, en especial a los Sres. Benegas y Jáuregui, que con una permisividad absoluta toleraron las mencionadas actuaciones del PNV, incluso formando parte de los distintos gobiernos nacionalistas. En las primeras elecciones autonómicas y a pesar de haberlas ganado, cedieron, incomprensiblemente, la Presidencia del Gobierno y la Consejería de Educación a los nacionalistas que era lo que iban buscando. Ahora intentan borrar estos comportamientos y se retiran a sus cuarteles de invierno, pero sin su apoyo hubiese sido mucho más difícil llevar a cabo las barbaridades relatadas. En mi opinión, son responsables directos de la tragedia, a pesar de haber sufrido en sus propias filas los asesinatos de la banda criminal. Cuando “Mr. Bean” llega al gobierno y guiado por ese ramalazo visionario. huero e irresponsable que le caracteriza, inició un proceso negociador con los asesinos que, como era de esperar, terminó en fracaso pero les permitió estar presentes en las entidades locales vascas, carcajeándose de la debilidad del gobierno mientras ellos siguen a lo suyo que es matar, atemorizar y extorsionar. El célebre “Caso Faisán” que pasados los años sigue durmiendo el sueño de los justos en el juzgado del presunto prevaricador Baltasar Garzón, es un ejemplo más de la “alegría” con la que actuaba “Mr. Bean”.
En segundo lugar y por méritos propios, figura el “patético” partido comunista, en el que el Sr. Madrazo, con unas ansias inmensas de notoriedad y de poder, formó parte del gobierno nacionalista, de tintes marcadamente fascistas.
Siguiendo con el repaso de los colaboradores, es necesario hacer mención de los que denomino “tontos útiles”, con especial dedicación al “artisteo” tan proclive a manifestarse en contra de cualquier opresión o injusticia en el mundo, excepto en Cuba, por supuesto. Estos “pacifistas” no han movido un solo dedo para demostrar su apoyo a las víctimas o para denunciar el proceso de limpieza étnica que está teniendo lugar en el País Vasco. Todos ellos han mirado para otro lado, probablemente por cobardía. Estoy esperando alguna manifestación pública por parte de los Bardem, Almodóvar, Bosé, etc. Me gustaría que alguno de ellos me explicara la diferencia entre esta situación y la de la Alemania nazi.
En este grupo también incluyo a muchos periodistas y medios de comunicación que han tratado el asunto con absoluta frivolidad, cuando no con desprecio a las víctimas. Han hecho llegar a la opinión pública la idea de que el PNV es un partido democrático y nada más lejos de la realidad, pues como se ha visto es un partido de tintes fascistas. Han ocultado la información que denunciaba una y otra vez esta triste y cruda realidad. Ha sido penoso comprobar cómo la película “El Infierno Vasco” de Iñaki Arteta ha pasado con más pena que gloria por las pantallas cinematográficas porque ningún distribuidor se atrevió a dotarla de la publicidad necesaria. En ella se denuncia, con hechos reales, la dureza de la vida en esa región para todos los ciudadanos que no comparten las ideas nacionalistas. ¡Que hipocresía!
También es colaboradora la burguesía vasca que, salvo honrosas excepciones, se limita a pagar el denominado “impuesto revolucionario” sin poner nada de su parte para terminar con esta situación y ayudar, cooperando con las fuerzas de seguridad, a desmontar la trama de extorsión. Para ellos, es mejor pagar y estar bien visto por ese mundo tenebroso, de tal forma que puedan vivir tranquilamente. Corta visión del problema porque si llegasen a imponerse las tesis de los criminales acabarían siendo sus víctimas. Asimismo la propia sociedad vasca se ha visto sometida a este proceso de degradación moral, llegando a considerar los asesinatos y agresiones como algo normal. Se ha sumido en un silencio temeroso, en especial en el mundo rural, del cual va a ser difícil que salga.
Finalmente, durante muchos años, los distintos gobiernos franceses hacían oídos sordos a las peticiones de España. Por fortuna este comportamiento cambió y en la actualidad se les persigue como a cualquier otro terrorista, con lo que se ha terminado la libertad de movimientos que tenían.
Como resumen de todo lo expuesto, considero que la única posibilidad de resolver este grave problema es una mezcla de medidas políticas, policiales y judiciales eficaces que devuelvan el orden y la normalidad a un pueblo atemorizado que hasta el presente no ha disfrutado de la libertad. Para ello sería necesario que el gobierno español mostrase una actitud firme frente al problema.
Probablemente el nuevo gobierno vasco a pesar de las enormes dificultades con las que se va a encontrar para desmontar el entramado nacionalista podría reconducir esta situación devolviendo la soberanía al pueblo, siempre y cuando “Mr. Bean” no interfiera en este delicado proceso.


Madrid, 8 de diciembre de 2009

viernes, 20 de noviembre de 2009

Las Medidas Económicas de un Gobierno "Progresista"

LAS MEDIDAS ECONÓMICAS DE UN GOBIERNO “PROGRESISTA”

Autor: Geromín
Este artículo va dedicado a las centrales sindicales “defensoras a ultranza” de los derechos de los trabajadores y “volcadas” en conseguir su bienestar y progreso y también a los “intelectualoides” pertenecientes al “Sindicato de la Ceja” que, como siempre que el presidente del gobierno necesita de la respiración asistida, salen al escenario para apoyarle “desinteresadamente”, so pretexto de solicitar ayudas para los más débiles y desamparados.
Me gustaría que la lectura de estas líneas sirviera: por un lado, para desenmascarar a estos colectivos que se caracterizan por su desmesurada ambición de dinero y por mantenerse pasivos ante los graves problemas que aquejan a la clase trabajadora; y por otro, para constatar la realidad de un gobierno que se proclama “progresista” pero que sus decisiones favorecen, especialmente, a la clase adinerada.
Mi pretensión, es pasar una breve revista a la serie de medidas de carácter económico que ha puesto en marcha el gobierno para sacarnos de la crisis y, en teoría, para proteger a los más necesitados. Curiosamente, estas medidas van en dirección contraria a las que se están adoptando en países como Francia y Alemania, en los que gobiernos de derechas están aplicando medidas progresistas, mientras que en España, un gobierno de izquierdas pone en práctica medidas populistas, caracterizadas por la subida de impuestos indirectos que afectan por igual a los ricos y a los pobres.
La primera actitud que tomó el gobierno, por motivos electoralistas fue negar la existencia de la crisis. Es aleccionador visionar los mítines de “Mr. Bean” en la campaña electoral, en los que prometía un crecimiento anual del PIB del 3%, la creación de 2 millones de puestos de trabajo en la próxima legislatura y todo ello además mejorando las coberturas sociales. Los últimos datos del INE ponen de manifiesto que en ese periodo de tiempo se han destruido 1,6 millones de puestos de trabajo y que el deflactor implícito del PIB sigue cayendo por tercer trimestre consecutivo, lo que nos sumerge en la temida deflación. Como siempre “el visionario” acertó de pleno.
Los miembros del ejecutivo, sin excepción, eliminaron este término de su vocabulario y recurrieron a los eufemismos más variopintos para referirse a la situación económica. De acuerdo con esta postura, se aprobaron unos Presupuestos Generales del Estado para el año 2009 totalmente irreales. Con el paso del tiempo hemos podido comprobar que no se han cumplido ninguna de las previsiones macroeconómicas del gobierno. Esta circunstancia retrasará nuestra posible salida de la crisis, si es que ésta se produce.
La segunda medida, anunciada a bombo y platillo, fue la subvención de 400 euros a todos los ciudadanos. Dejando a un lado la barbaridad que, desde el punto de vista económico, supone esta decisión, y centrándonos en el aspecto social vemos que, por su forma de aplicación, hubo más de seis millones de españoles que no se beneficiaron de ella, fundamentalmente los más desfavorecidos, entre los que se encuentran: los parados, los que tienen contratos basura, los trabajadores temporales, los pensionistas con pensiones mínimas y todos aquellos cuyos ingresos no superaban los 8.000 euros anuales.
La tercera medida económica digna de resaltar, fue la aprobación de un real decreto mediante el cual, las plusvalías que obtenían los altos ejecutivos de las grandes empresas, que hasta ese momento cotizaban al tipo medio en el impuesto sobre la renta que, en su caso, era del 43%, pasaron a ser tratadas como las del resto de los ciudadanos, es decir, al 18%. De un plumazo y sin apenas publicidad, los más ricos tuvieron una rebaja fiscal de 25 puntos, sin que ningún “progresista” lo denunciase o criticase.
La cuarta actuación de carácter económico fue la supresión del Impuesto sobre el Patrimonio que gravaba los bienes de los ciudadanos. Existía un mínimo exento a partir del que, con carácter progresivo, se iban estableciendo unos porcentajes de cotización. Evidentemente, la clase trabajadora no pagaba este impuesto, pues se encontraba dentro de ese mínimo, y por eso se eliminó, pues sin duda les aliviaba, en parte, en el pago de sus impuestos.
La quinta medida fue la aprobación de una disposición oficial permitiendo que todo el dinero procedente de los paraísos fiscales que se invirtiera en Deuda Pública española, gozase de opacidad fiscal; es decir, no existía obligación de identificar al inversor a la hora de adquirir estos títulos. Por tanto, no pagarían los impuestos como el resto de los ciudadanos. Eso sí, el gobierno repetía hasta la saciedad, su lucha para eliminar estos paraísos que tanto daño estaban causando a la economía mundial.
La sexta medida adoptada fue la de aprobar desgravaciones para las empresas que contrataran a trabajadores que estuviesen cobrando el subsidio de desempleo. Quiere ello decir que todos los apuntados al paro en el INEM quedaban al margen de estas subvenciones y por tanto no saldrían fácilmente de esta situación.
La séptima decisión fue la de inyectar, con el aval del Estado, cantidades ingentes de dinero a las entidades financieras para que éstas pudiesen seguir llevando a cabo sus actuaciones habituales, entre las que figuran la concesión de créditos a los pequeños empresarios, autónomos y familias. Esta medida que parecía lógica y estaba en línea con la que habían adoptado otros estados, no surtió el efecto deseado ya que al no poner condiciones a estas ayudas, su destino fue otro bien distinto; se dedicaron a pedir dinero al Banco Central Europeo que se lo facilita al 1% y, posteriormente, a adquirir Deuda Pública española al 4%, obteniendo así una ganancia del 3% sin riesgo alguno y con dinero prestado. ¡Especulación pura y dura!
Siguiendo en el sector bancario también conviene resaltar que los 500.000 inmuebles que se calcula que tienen en su poder, como resultado de los embargos a propietarios y promotores, siguen figurando en sus balances con la valoración inicial, lo que supone un fraude para el mercado, ya que: por un lado, impiden el ajuste real de precios que debe producirse en el sector para reactivar la demanda; y por otro, son un falseamiento de los beneficios declarados. Todo ello, evidentemente, con el beneplácito del gobierno y el silencio de los medios de comunicación.
A este escándalo puede añadirse el de las “sabrosas” e inmorales indemnizaciones que reciben los altos ejecutivos de la banca cuando cesan en su actividad. El último caso sonado ha sido el del Sr. Goirigolzarri, consejero delegado del BBVA, de 55 años de edad, que habiendo cesado en su cargo recibirá 60 millones de euros, a cobrar como pensión vitalicia de 3 millones de euros/año.
La octava medida del gobierno, no concretada en una disposición legal pero sí de aplicación permanente, es su permisividad ante las prejubilaciones y los expedientes de regulación de empleo (ERES) que permanentemente se producen en nuestro país. No es comprensible que mientras la Comisión Europea y las organizaciones internacionales estén aconsejando la prolongación de la vida laboral, como medida indispensable para salvaguardar el sistema público de pensiones, nuestro gobierno permita comportamientos contrarios. Es difícil explicar a los ciudadanos, casos como el del Banco Santander, que declara cuantiosos beneficios anuales, y en su sede central de Boadilla del Monte se le permita llevar a cabo un programa de prejubilaciones en el que los 5.500 trabajadores que había inicialmente quedarán reducidos a 2.800.
La novena medida económica interesante es el tratamiento que el gobierno “progresista” va a seguir aplicando a las SICAV. Estas sociedades de inversión son las encargadas de gestionar las grandes fortunas españolas y las ganancias que obtienen en sus operaciones financieras cotizan al 1% en concepto de Impuesto de Sociedades. No es un error tipográfico, es la realidad. Para hacernos una composición de lugar, cabe decir que, en España, la tributación familiar media es del 17,98% y en el caso de las empresas es del 15,76%, teniendo en cuenta todas las desgravaciones fiscales. Pues bien, los adinerados tributan sólo al 1%. Ahora estamos viendo que incluso no pagan este 1%, ya que los inversores reciben los beneficios en forma de reducción de capital.
Se calcula que 440.000 españoles mueven sus patrimonios a través de estas sociedades que han proliferado como hongos. En la actualidad hay 3.400 inscritas, que manejan un patrimonio de 25.000 millones de euros, prácticamente exentos de impuestos.
Ahora se entenderá lo que mencionaba al comienzo de este artículo sobre el “Sindicato de la Ceja”. Las cabezas visibles del “sindicato”, como son: los Almodóvar, Bardem, Víctor Manuel, Ana Belén, Bosé, …. etc. tienen sus patrimonios gestionados por estas sociedades y así están tan contentos con el actual gobierno. Lo curioso del caso es que se autodefinen como fervientes comunistas. No comprendo porqué no se van a disfrutar las bondades de este sistema a Cuba o a China, por ejemplo.
Finalmente, en los Presupuestos Generales del Estado para el año 2010, no se observa una austeridad en el gasto, más bien todo lo contrario. El número de “enchufados”, ahora denominados asesores, sigue incrementándose de forma alarmante. Por ejemplo, los del presidente del gobierno son ya 664, cuyos gastos aumentan para el próximo año en 30 millones de euros. Los gastos corrientes no disminuyen, lo que permitirá seguir remodelando despachos y adquiriendo coches de lujo para cualquier cargo público. Por el contrario, los gastos en investigación se reducen notablemente. Por ejemplo, los de innovación tecnológica experimentan un recorte del 7,8%. A esta situación, podemos añadir, la ligereza de nuestros gobernantes para conceder subvenciones a las organizaciones más extrañas. Recientemente, se ha vuelto a condonar, por segunda vez, la deuda a Bolivia para favorecer a una empresa privada como es Repsol. El régimen “democrático” de Cuba se ha llevado en el presente ejercicio la cantidad de 292 millones de euros. Cuando la Sra. Fernández de la Vega sale de viaje es para echarse a temblar por la ligereza en conceder subvenciones. Sirva como ejemplo, los 23 millones de euros al Estado de Guerrero, destinados a la mejora de las playas de Acapulco, lo que sin duda redundará en la erradicación del hambre de esa zona.
Lo que sí que queda claro, es que la crisis económica no afecta a la clase política que sigue actuando con la misma e incluso más alegría e irresponsabilidad que antes. La siguiente anécdota es bastante explicativa. Para dar apariencia de preocupación, “Mr. Bean” citó, recientemente, en el Palacio de la Moncloa a tres prestigiosos economistas españoles para tratar de la crisis. Ellos prepararon un dossier con diversas propuestas de medidas a tomar. Al término de la entrevista salieron alucinados, pues de los 60 minutos acordados, el presidente habló durante 55 minutos de su visión personal del problema y el resto del tiempo fue dedicado a temas intrascendentes.
Los gastos de las Comunidades Autónomas y de los Ayuntamientos están totalmente fuera de control, constituyen un pozo sin fondo y sirven para financiar a los partidos políticos y para colocar a toda su clientela
Los últimos informes de entidades solventes vaticinan que el déficit público no bajará del 10% en los dos próximos años, mientras que el gobierno asegura que en el año 2012 el déficit será del 3%, pues si admitiera lo contrario, sería aceptar que seremos expulsados de la zona euro. Esta afirmación, una mentira más, no se la cree ni el propio “Mr. Bean”.
Parafraseando a Suárez, afirmo que: puedo prometer y prometo que todo lo expuesto en el presente artículo, aunque parezca inverosímil es cierto, y pone de manifiesto una vez más, la demagogia gobernante, pues los hechos demuestran de forma contundente, que con sus medidas de carácter económico está favoreciendo fundamentalmente a la clase adinerada, ante la pasividad de los políticos que se definen y vanaglorian de ser de izquierdas.
Punto y aparte merecen las centrales sindicales, cuyo único objetivo es lograr un incremento de las subvenciones públicas que reciben, hecho que se viene sucediendo desde el año 2006, con un aumento anual del orden del 11%. En el año 2009, las subvenciones públicas directas, de los Presupuestos Generales del Estado, a UGT y CCOO ascendieron a 163 millones de euros, a lo que hay que agregar las que obtienen por otras vías. Por ejemplo, la Junta de Andalucía, en el periodo 2004-2008, subvencionó a estas dos centrales con 265 millones de euros. Lo que explica que a pesar de ser la Comunidad Autónoma con más índice de paro y peor calidad en el empleo, no se produzca protesta alguna, mientras que en la Comunidad de Madrid, salen a la calle por cualquier motivo. Todo ello además, sin considerar los importantes bocados dinerarios que se llevan en la negociación empresarial de los ERES. De ahí su pasividad ante el incremento de los mismos. Eso si, sin intencionalidad política, sólo para defender a los trabajadores.
Lo triste es que hay ciudadanos que siguen creyendo en este montaje y se dejan engañar con las proclamas populistas. Yo, a estas personas, les preguntaría: ¿Cuántos liberados o enlaces sindicales se ven afectados por un ERE?
Ante esta lamentable y penosa situación no cabe más que esperar un milagro de la Virgen de Lourdes y como dicen los castizos: “Que Dios nos coja confesaos”.


Madrid, 20 de noviembre de 2009

martes, 3 de marzo de 2009

El Traspiés Cinegético de un Prepotente

EL TRASPIÉS CINEGÉTICO DE UN PREPOTENTE

Autor: Geromín

Sirvan estas líneas para rendir homenaje político póstumo a Mariano Fernández Bermejo, luchador infatigable por las libertades humanas, demócrata intachable, fiel cumplidor y defensor de la legalidad vigente, que vivió por y para mejorar los derechos de los ciudadanos, de talante dialogante y comprensivo, trabajador hasta el límite de sus fuerzas, para modernizar la administración de justicia en España, pero que no pudo ver finalizado su innovador proyecto ante los ataques feroces e injustificados de la ultraderecha española que no admitía esta conducta progresista y solidaria, acabando con su brillante trayectoria política.
Probablemente, estas frases u otras similares, serán las que se intenten difundir e inculcar, transcurridos unos años, por los historiadores y escritores “progres”, para relatar el paso de este individuo por el Ministerio de Justicia.
Con estas líneas, pretendo dejar constancia escrita de una realidad objetiva que, desgraciadamente, se suele olvidar muy pronto, sobre todo si los medios de comunicación se encargan de intoxicar al pueblo, como estamos comprobando permanentemente.
La estancia del Sr. Fernández Bermejo en el Ministerio de Justicia ha estado marcada por sus frecuentes bravuconadas, actitudes chulescas, ofensas, caprichos y desprecios hacia los ciudadanos en general, que somos los que le hemos pagado su salario, y a los funcionarios de ese Departamento en particular.
Voy a relatar brevemente los episodios más curiosos protagonizados por este individuo, al que me voy a permitir calificar de “presunto delincuente” según el significado que la Real Academia de la Lengua atribuye a esta frase y al reconocimiento expreso y público, por él manifestado, del delito cometido. Para describir su deplorable comportamiento podemos hacer tres diferentes apartados.
En primer lugar, sus declaraciones y manifestaciones públicas, dignas de ser consideradas conjuntamente como el paradigma de la prepotencia y la incongruencia. En segundo término, su paso por el Ministerio que puede compararse con la irrupción de un elefante en una cacharrería y, finalmente, su afición cinegética, tan impropia de un “rojo” como él se define, mediante la que da rienda suelta a sus instintos pacifistas.

De las declaraciones, la primera perla a considerar fue su intervención en el Congreso de los Diputados, afirmando solemne y rotundamente que: “él había luchado primero contra los franquistas y ahora le tocaba luchar contra los hijos de los franquistas”, en clara alusión a José María Michavila, diputado que le había planteado la pregunta parlamentaria, cuyo padre había sido militar de alta graduación en el régimen de Franco. En esta demagógica respuesta, le cegó el odio africano que siente por la derecha y, en especial, por este diputado que había osado cesarle como luego se verá, pero se vio traicionado por la memoria, al olvidar que el “presunto delincuente” es hijo del que fue Alcalde y Jefe Local del Movimiento de Arenas de San Pedro durante el régimen de Franco; es decir, según su afirmación debe encontrarse en lucha permanente consigo mismo. Probablemente, este conflicto interno sea una de las causas de sus desequilibrios psicológicos y de comportamiento.
Lo que está claro es que tuvo buen profesor para desarrollar tal talante despótico, chulesco y prepotente del que ha hecho gala durante su permanencia en el Gobierno.
Otra afirmación apoteósica y sin desperdicio, estuvo relacionada con la huelga que los cazadores plantearon hace un año, con motivo de la nueva ley de Patrimonio Natural y a los que se permitió definirlos como “figurantes de La Escopeta Nacional que invitan a las grandes fortunas a sus cotos privados y tienen nostalgia del NO-DO”. Curiosamente ahora, nos hemos enterado de que el “presunto delincuente” ha participado habitualmente en esas monterías junto a los que él define como grandes fortunas. En sus escasos momentos de descanso, no le vendría nada mal que visionara los capítulos del NO-DO, que El Mundo distribuyó el pasado año, para estar a tono con sus compañeros de cacería.
Otra perlita verbal fue su respuesta final, el pasado día 18 de febrero, en el Congreso de los Diputados, a una serie de preguntas del partido popular relativas a la célebre cacería, diciendo a voz en grito: “Yo no dimito ni dimitiré jamás porque tengo que trabajar para mi país, cosa que Uds. no hacen”. Su Grupo Parlamentario le despidió con una gran ovación, al grito de “¡Torero!, ¡torero!”. Si hubiese prevalecido la sensatez sobre su soberbia y hubiese mirado al banco azul, donde se sientan los miembros del Gobierno, se habría dado cuenta de que se encontraba solo, signo premonitorio de que ya era un cadáver político, pero una vez más su prepotencia le traicionó y le dejó en ridículo ante la opinión pública.
Y para terminar con estas manifestaciones, en su despedida del cargo, se permitió decir, con un rostro indescriptible, reflejo de su estado anímico, que: “Se encontraba muy bien, porque iba a trabajar menos y cobrar lo mismo”. Los ciudadanos también se lo agradecemos, porque trabajadores como él, son más útiles a la nación cuando están en el paro, a poder ser indefinidamente.

Antes de relatar su paso por el Ministerio de Justicia, es oportuno señalar que, en base únicamente a sus maniobras políticas, desempeñó el cargo de Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, en el que también dejó sus señas de identidad, según manifiestan los funcionarios de esa institución que le recuerdan con un vago de mal carácter. Fue cesado por José María Michavila y pasó al Tribunal Supremo donde siguió “trabajando” sin descanso.
Su “primera gran actuación” en el Departamento fue la reforma del piso oficial al que se trasladó a vivir, que costó 250.000 euros al erario público; es decir, dilapidó esa cantidad proveniente de los impuestos que pagamos los ciudadanos. Lo llamativo del caso es que en esa misma residencia habían vivido anteriormente otros ministros que manifestaron su conformidad con el estado de la misma. Una característica de estos “rojos” del siglo XXI es que dicen admirar los barrios obreros, pero en cuanto pueden se construyen mansiones lujosas en zonas residenciales. Véase el ejemplo de lo que se conoce como “Villa PSOE”.
Siguiendo con sus logros, hay que hacer mención al consenso que consiguió entre todos los funcionarios de justicia que le convocaron una huelga general, denunciando la lamentable y penosa situación de la justicia en España. Como sucede siempre, este hecho se intentó presentar como un movimiento desestabilizador de la derecha, pero al final, y presionado por el Gobierno, visto el éxito de la convocatoria y la paralización de los asuntos judiciales, no tuvo otro remedio que reunirse con los huelguistas y aceptar una serie de reivindicaciones que no ha cumplido, como es habitual en este individuo, lo que ha dado lugar al planteamiento de nuevas movilizaciones.
Otro éxito a contabilizar en su haber, fue su pasividad manifiesta ante la presentación de candidaturas de ANV a las elecciones locales celebradas en el año 2007. El “presunto delincuente” se excusaba diciendo que esperaba pruebas definitivas que le permitieran presentar el oportuno recurso. La realidad es que éste no se presentó y merced a la actitud de este fiscal, garante del cumplimiento de la ley, los terroristas están presentes en las instituciones locales y reciben subvenciones públicas para financiar sus actividades delictivas y seguir privando de libertad al pueblo vasco.
En esta línea de desatinos, se enfrentó igualmente a la judicatura que venían denunciando el lamentable estado de la justicia y la intromisión constante del poder ejecutivo en sus actuaciones. Para frenar esta iniciativa, convocó una serie de reuniones de trabajo, a las que él no asistía, con la pretensión de ganar tiempo sin resolver nada. Evidentemente, las asociaciones judiciales captaron la estrategia y decidieron convocar una huelga a desarrollar en dos fases. Rápidamente, los medios de comunicación afines al Gobierno la tildaron de irresponsable y fuera de lugar, cuando se estaba en plena negociación. La primera parte de la huelga se llevó a cabo con gran éxito a pesar de las amenazas recibidas. Este hecho enervó todavía más al “presunto delincuente” que respondió con la amenaza de tramitar una ley antihuelga, como medida de conciliación.

El último capítulo a analizar es su afición cinegética que ha sido la guinda a su desastrosa trayectoria política. En este campo merece destacarse lo acontecido el pasado día 8 de febrero. En esa fecha, “el presunto delincuente” en compañía de Baltasar Garzón, otro personaje de dudosa moralidad, al que dedicaré unas líneas en otro artículo, se fueron a compartir afición cinegética al coto jiennense de Cabeza Prieta, sin recato alguno, teniendo en cuenta que el Sr. Garzón estaba instruyendo un sumario relativo a una posible trama de corrupción que afectaba al partido popular. Es más que probable que durante el fin de semana, ambos individuos programasen las futuras actuaciones judiciales teniendo como referencia las elecciones del País Vasco y Galicia a celebrar el próximo día 1 de marzo, con la inestimable ayuda de Juan Antonio González García, Comisario Jefe de la Policía Judicial, con quien compartieron mesa y mantel. Este hecho escandaloso, que define la catadura moral de estos personajes, ha sido el detonante final. Forzado por el aluvión de críticas recibidas, incluidas las de sus propios compañeros de partido, tuvo que reconocer públicamente la “inoportunidad” del encuentro. Pero para agravar más este comportamiento, resulta que el “presunto delincuente” infringió lo dispuesto en la Ley 8/2003, de 28 de octubre, que exige licencia para cazar en Andalucía. Una vez más intentó disculparse diciendo que creía estar en Castilla-La Mancha, cuando el coto en cuestión se encuentra a 150 kilómetros de esta Comunidad Autónoma.
Abierto el “melón” cinegético, han salido a la luz pública otras veleidades del “presunto delincuente”. Nos hemos enterado de que también solía satisfacer sus bajos instintos, en la finca Quintos de Mora, propiedad del Estado, en la que está prohibido cazar, a excepción de los animales que, por motivos biológicos, son abatidos por los funcionarios responsables de su mantenimiento.
Lo que queda claro es que este individuo ignora y desprecia las leyes, como buen “demócrata”, cuando éstas le impiden desarrollar sus aficiones.
También hemos conocido sus participaciones en monterías celebradas en Santo Domingo de Silos, en la finca Peñas Blancas (Cuidad Real), en “El Sotillo” (Badajoz) y en otras varias. En todas ellas, cual personaje de García Berlanga, acompañado, por supuesto, de esas grandes fortunas, a las que se refería el “presunto delincuente” en sus declaraciones.
El precio medio por asistir a una montería de esta naturaleza es de 6.000 euros y por pieza abatida se pagan 3.000 euros, lo que supone un coste promedio, por persona, de 15.000 euros.
La pregunta que se hace el ciudadano es: ¿Quién ha pagado estas cantidades?
Lo más probable es que el “presunto delincuente” acudiese invitado por alguno de los asistentes que luego se lo cobraría con otro tipo de favores. Este hecho que para cualquier funcionario público sería tipificado como cohecho, y por tanto expedientado y juzgado, para este individuo entra dentro de la normalidad.
Sirva como anécdota, que en una de estas cacerías, acudió acompañado de su esposa, también funcionaria, con la que aparece en diversas fotos, bailando alegremente, cuando ella se encontraba de baja laboral por problemas de espalda que la impedían acudir al trabajo. Una pareja ejemplar y respetuosa con la legalidad vigente como corresponde a un fiscal honesto, elevado a la categoría de Ministro por Rodríguez Zapatero, y demócrata que vela por los derechos de los ciudadanos.

Aunque al lector, todo lo relatado en estas líneas, le pueda parecer inverosímil, puedo prometer y prometo, como decía otro político, que es totalmente verídico, como puede corroborarse consultando en las hemerotecas. Probablemente faltarán por reseñar otras declaraciones o actuaciones, pero estimo que lo expuesto es suficiente para valorar la catadura moral de este personaje.
Sin ser profesional ni experto en psiquiatría, esta contradicción manifiesta entre lo que dice y lo que hace, puede deberse, en mi modesta opinión, a dos posibles causas. La primera, de fácil diagnóstico, es que se trata de un caradura sin escrúpulos, en cuyo caso no tiene tratamiento dado su origen genético, y la segunda podría ser que sufriera un trastorno bipolar que entonces necesitaría internamiento hospitalario.
Lo que sí me permitiría aconsejarle es que, en primer lugar, siga sin aparecer por la provincia de Murcia, por la que es diputado “cunero” y a la que no ha regresado al no tener cotos de caza mayor, y en segundo lugar, que se cuide de sus problemas digestivos porque se van a agravar con la llegada de la primavera y por la ausencia de invitaciones “gratis total” para participar en esas fastuosas monterías.
Por cierto, un cargo de asesor en los gobiernos de Raúl Castro o de Hugo Chaves podría ser un destino ideal para desarrollar y poner en práctica su pensamiento político.
Lo penoso de la situación es que individuos de tamaña bajeza lleguen al poder, abusen de su posición, ignoren las leyes, se permitan dar clases de democracia y cuando les echan, obligados por las circunstancias, no tengan ninguna responsabilidad penal.


Madrid, 28 de febrero de 2009